El curso tendrá 19.000 escolares en barracones pese a las promesas del Consell
El gobierno valenciano se comprometió a eliminar las aulas prefabricadas, pero en siete años los datos han permanecido inamovibles
Pancartas contra los barracones en un centro de Valencia
Un nuevo ‘Ximoanuncio’ frustrado reabre la polémica sobre los estudiantes valencianos condenados a iniciar el próximo curso escolar en aulas prefabricadas, también conocidas como barracones. Al hilo de los datos que se venían registrando en el año 2015, la Comunidad Valenciana continúa con 1.012 módulos en los que se imparten clases a más de 19.000 niños y niñas. Esta cifra ha permanecido inamovible durante 7 años a pesar de los reiterados compromisos del jefe del Consell para acabar con el inconveniente.
Antes de llegar al Gobierno de la Generalitat, Ximo Puig calificó los barracones del PP de “tercermundistas” y manifestó su intención de eliminarlos “en un período máximo de dos años”. Una vez al frente de la Administración autonómica, el ‘president’ apostó por la educación como “la herramienta más eficaz” para superar desigualdades y confió en un plan autonómico de mejoras en infraestructuras que acabe “para siempre” con los barracones.
Este plan fue presentado en el Palau de la Generalitat el año 2016 con la presencia del jefe del Consell y el conseller de Educación, Vicent Marzà. El propósito era construir 124 colegios e institutos, con un presupuesto de 423 millones de euros, y adecuar otros 116 centros, con un presupuesto de 60 millones. La fecha máxima de ejecución era hasta el año 2019. Durante el acto, Puig definió el proyecto de “ambicioso” y lo vinculó a una muestra de la “autoexigencia” del Ejecutivo para ejecutar todo lo que se había prometido.
No obstante, a día de hoy sólo se han creado 36 colegios nuevos, mientras más del 70% de lo prometido aquél día permanece en “standby”. De los 36 centros inaugurados, la mitad corresponden además a trámites que se iniciaron durante el mandato del Partido Popular.
El atasco de la Conselleria de Educación obligó al Consell a idear una cesión de competencias para que los Ayuntamientos se encargasen de construir los colegios. Es el llamado Plan Edificant, con el que se pretendía avanzar más rápido en la mejora de las infraestructuras educativas al multiplicar las administraciones que licitan, adjudican y supervisan la construcción, ampliación o reforma de centros educativos.
En cuanto a su aplicación, ha resultado ser un nuevo fracaso. Los datos publicados por el DOGV exponen los recortes económicos que ha sufrido el Plan año tras año: 92 millones menos en el año 2018; 85 millones en 2019; y 97 millones en el año 2020. Es decir, que oficialmente hay reconocidos unos recortes de 274 millones de euros.
La portavoz de Educación del Grupo Popular en Les Corts, Beatriz Gascó, ha hecho un balance de las “promesas incumplidas” de “quienes venían a acabar con los barracones y han sido incapaces de hacerlo”. Respecto al Plan Edificant, sostiene que no soluciona los problemas de los escolares: “Sólo les sirve de escudo para no tener que trabajar, para no aguantar la presión que supone construir un mapa de infraestructuras que suponga la eliminación de todas las aulas”.
De este modo, la diputada ‘Popular’ anuncia que exigirá explicaciones sobre el nulo avance en la eliminación de los centros prefabricados. “Ante la situación vergonzosa, vamos a exigir explicaciones de por qué estamos con los mismos datos. Lo único que sí acumula Marzà son sentencias contrarias por arrebatar libertades a las familias. Estamos ante una vergüenza que esperamos explique en estas Cortes” apostilla.