Recuerdos de mi amigo Martínez Bermell, un sabio muy sencillo
Recibió innumerables premios y fue uno de los personajes clave en el desarrollo de la vitivinicultura en la Comunidad Valenciana
El filoso griego Aristóteles dijo: "Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla”, y hablando de sabios y gente sencilla, me van a permitir que recuerde a don Francisco Martínez Bermell, un ilustre grauero que falleció el 2 de marzo de 2008 a los 91 años. Yo tuve la suerte de conocerlo en octubre de 1996, en el primer Congreso de Fiestas Tradicionales de la Comunidad Valenciana, que organizamos amigos de las fiestas en el Ateneo Mercantil de Valencia junto a mis amigos Vicente Ballester y Luis Trilles, -este 2021 se cumplirán 25 años-. En seguida conectamos.
Y aquel sabio me marcó en positivo y fraguamos una bonita amistad, la verdad, que a pesar de nuestra diferencia de edad, era tal su sencillez y su grandeza unida a la vez, que me cautivaba escucharlo. Me contaba que había nacido grauero y lo llevaba muy a gala. La gente de su quinta del Grao de Valencia lo conocían como “Paquito Pons” y allí en la calle J. J. Dómine, con su puro y su café, en el entonces Bar Richmond, con ese brillo en los ojos de la felicidad de la nostalgia, me glosaba a su abuela Filomena Pons, y como siendo un chiquillo lo llevó a conocer la bodega de su familia que años atrás, su bisabuelo, Pedro Pons, construyó en la calle de los Hierros, muy cerca de la Avenida del puerto, junto al antiguo paso a nivel, esa bodega marcó su vida.
Y cuando la Segunda Guerra Mundial azotaba Europa emprendió su camino profesional en Utiel en el mundo vitivinícola dirigiendo una bodega de elaboración para Hijos de Pons Hermanos, la empresa de su familia, y que durante años hasta su cierre dio a conocer sus vinos que se distinguían por su calidad especialmente licorosos ( mistelas, rancios..) y desde su alcoholera la calidad de sus holandas demandadas por las principales bodegas de brandy.
Y ahí hago un inciso, y recuerdo que mi abuelo Francisco Celdrán Cánovas, con la Gestora Levantina, agencia comercial de ferrocarriles trabajaba con todas estas empresas vinícolas exportadoras del Grao de Valencia: Teschendorff, Mompó, Schenk, Garrigós, Cherubino, Gandia, etc. En Requena don Paco Martínez Bermell, en una de las poblaciones con mayor cultura vinícola de la Comunitat y de España, y desde allí contribuyó de forma decisiva a su internacionalización.
Me contaba lo que disfrutó de joven en el Balneario Las Arenas, donde recordaba los boleros de Antonio Machín, pero su felicidad era máxima al hablar de su esposa, la requenense María Angeles Roda García con la que contrajo matrimonio en 1945, y Dios los colmó de felicidad con sus 7 hijos, 5 chicos y 2 chicas, si no me falla la memoria, y todos con nombres que empezaban por la letra f. Conocí a algunos de ellos, a Francisco, el mayor, que también es del Levante UD como el que suscribe; a Fernando, que por aquel entonces era político en la Diputación de Valencia; Federico el profesor e historiador, y Félix, el pequeño, que había heredado su pasión por el vino.
En su espacioso piso de la Gran Vía Fernando El Católico, muy cerquita de Nuevo Centro, al que me invitó varias veces, y donde conocí a su esposa, y ambos estuvieron en mi boda, me contaba con su voz pausada, que como agente comercial de vinos, y bajo la tutela de Pascual Carrión, cursó estudios de Enología y constituyó la asociación de antiguos alumnos de la enológica de Requena, germen de la Asociación Nacional de Enólogos (ANE) y que llegó a presidir durante cinco años, desde 1972 a 1977, además de ostentar la vicepresidencia de la Unión Internacional de Enólogos durante el mismo periodo. Ayudó además a la creación de la Fiesta de la Vendimia de Requena y fue presidente de la IV y la VI y la XXV la de las bodas de Plata.
Un grauero que fue feliz cuando fue nombrado presidente de honor de esta gran festividad requenense y de la Asociación Nacional de Enólogos. Otras distinciones, que jalonaban su sabiduría y sencillez, eran las de Comendador de la Orden del Mérito Agrícola, medalla al Mérito Enológico, miembro del Serenísimo Capítulo de los Caballeros del Vino, académico de número de la Academia del Vino del Reino de Valencia y fue presidente de la Asamblea Local de la Cruz Roja de Requena,
Francisco Martínez Bermell, cuanto bien hizo, y no le daba importancia a lo largo de su vida a la infinidad de premios y reconocimientos. Uno de los más entrañables quizás fue su nombramiento como hijo adoptivo de Requena, población con la que se comprometió a lo largo de su vida, y que años atrás nos había enseñado en unas jornadas que el mismo planificó, y ese día estuvimos una representación de Amigos de las Fiestas Tradiciones y cultura de la Comunidad Valenciana.
Y allí, en Requena, impulsó la reconstrucción del asilo de ancianos desamparados, y a finales de los años 90 del siglo pasado me otorgaron un premio durante las fiestas de la Vendimia, por un trabajo que me guió e impulsó a que lo realizara sobre la fundadora del asilo.
Estuvo tan vinculado al mundo del vino que creó la asociación Fomento del Arte Bodega Honda, que ha participado en multitud de eventos nacionales de carácter enológico y que visitamos junto a él. Además, creó Radio Requena y fue colaborador habitual de La Semana Vitivinícola, la revista decana de la prensa española dedicada al mundo del vino. Durante más de 40 años fue corresponsal y colaborador asiduo de la publicación.
Martínez Bermell recibió a lo largo de su vida múltiples y sentidos homenajes, uno de ellos ideado por la comisión de la falla de las calles Doctores Gil y Morte y Vila Barberá de Valencia, que organizó la quinta edición de la Nit del Vi Valencia y aprovechó para dedicar un reconocimiento conjunto a Francisco Martínez y a Bodega Honda de Requena. Y su gran logro en la tierra de su mujer fue la instauración del monumento alegórico a la vendimia, que se puede visitar en Requena. Tiempo después, la Oficina Internacional del Vino otorgó al monumento el título de Universal. Y nos lo enseñaba con el orgullo de un hombre sencillo, muy sabio, que sabía que el Monumento Universal a la Vendimia iba a trascender, también lo hizo con FereVin. O esas comidas en el Mesón del Vino que disfrutamos con esos sabrosos embutidos de Requena, y ese fantástico ajo arriero.
En esas conversaciones que tuvimos rememoraba sus inicios, y como a lo largo de muchos años, fue agente comercial. Dicho Colegio de Agentes Comerciales de Valencia lo tuvo colegiado durante medio siglo y lo designó como perito mediador de alcoholes y vinos en su representación para la Lonja de Valencia y llegó a nombrarlo Agente Comercial Ilustre.
Dentro de su extensa actividad en pro de la cultura del vino, escribió tres libros: Arte en la Viña y el Vino, Vivencias de una asociación. Historia de Fomento del Arte Vitivinícola Bodega Honda, y Vivencias de un español amante de la cultura del vino.
Fue un hombre de paz, republicano y católico a la vez, y en ese Monumento a la Paz, que el maestro Esteve Edo dejó para la historia en la ya denominada Plaça de la Setmana Santa Marinera, pero insisto sabio y sencillo que respiraba bondad por todos los poros de su cuerpo.
Y como saben todos sus hijos y nietos, su familia era su mayor tesoro y amar el vino su receta para la felicidad. Y hoy desde el cielo sonríe, cuando su hijo Félix Martínez Roda le ha dado ese salto de calidad a su obra, pues Viña Lidón Chardonnay, un viñedo plantado por don Paco en 1981, en aquellos años la variedad francesa era la reina de las uvas blancas y de hecho fue el primer viñedo de Chardonnay plantado en la región Utiel-Requena. Y claro el nombre de Lidón le viene por una de sus nietas y es que Martínez Bermell solía apadrinar sus viñedos según iban naciendo las nietas de su extensa familia.
Poblados marítimos
Y cambiando el tercio, y en clave festiva, mañana 4 de julio, el independence day USA será cofrade en los Poblados Marítimos con la comida de confraternidad de la Junta Mayor y la entrega de los Premios Semana Santa Marinera de Valencia en su segunda edición, y la imposición de las Medallas de la Junta Mayor que tendrá lugar a las 14 horas en el restaurante La Ferradura en Alboraya en la playa de la Patacona. Los recibirán PayaSOSpital, los denominados también "doctores de la risa", y el químico y virólogo valenciano Luis Enjuanes Sánchez, director del Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología además de profesor de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)).
Ya saben que siempre les recomiendo escuchar a nuestro corazón, obrar el bien a los demás, y sentir estos lares marineros, feliz verano a todos. Y ahora que vuelven a aumentar los contagios con la variante Delta, recuerden mascarilla, frecuente lavado de manos distancia social, siempre es mejor prevenir los riesgos, el Covid sigue ahí, y nuestros hospitales continúan trabajando muy bien.