El infierno del botellón en la Plaza Honduras de Valencia
Los vecinos de esta zona están hartos de la impunidad de los macrobotellones y temen que con el fin del toque de queda el problema se agudice
La zona de plaza de Honduras en Valencia ha sido tradicionalmente un barrio de movida universitaria por su cercanía a las facultades, pero con la llegada de la pandemia y los toques de queda, con las restricciones que conllevaba para el ocio, se ha convertido en una zona de macrobotellón donde decenas de jóvenes beben, chillan e incluso protagonizan peleas por la noche en plena calle.
Con el fin del toque de queda ayer, el problema se evidenció con más agudeza, ya que el botellón no ha cesado sino que va a más. Más de un centenar de personas abarrotaban ayer el centro de plaza con bebidas alcohólicas celebrando al grito de “hemos venido a emborracharnos” que ya no deben estar en casa a la 1 de la madrugada. Lo que no se veía por ahí era presencia policial para disuadir estas actitudes, ni esos días ni los anteriores.
Los vecinos denuncian que no pueden descansar, que nadie quiere ir ahora a vivir a esa zona porque se devalúa por el botellón, que por la mañana se encuentran suciedad y cristales rotos y que desde el Ayuntamiento no se hace nada por atajar este problema. Los jóvenes, sin tique de queda, pueden hacer botellón ahora hasta altas horas si la Policía no lo impide, por lo que exigen mayor seguridad y presencia de la Policía Local para que los macrobotellones, en lugar de ir a más, se corten y se disuelvan.