Oltra convoca una comisión 'ad hoc' para evitar fricciones en el Botànic
La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, pide negociar los presupuestos de forma "global" tras suspender un encuentro con el conseller Soler
La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, convierte lo que aparentemente es una disputa de intereses dentro del Ejecutivo en un símbolo de consenso. No son pocas las cualidades que de por sí vienen caracterizando durante años a la líder nacionalista, entre ellas su modélico uso de la dialéctica, pero en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell se ha visto obligada a desplegar una nueva habilidad para disipar cualquier duda de fricción en el pacto del Botànic.
Tras convocar una reunión con el conseller de Hacienda, Vicent Soler, -en el marco de la aprobación de los presupuestos del próximo año- y posteriormente anular la cita al enterarse que también había otra negociación prevista ese mismo día con el vicepresidente segundo, Héctor Illueca, la líder de Compromís sostiene ahora que su intención pasa por elaborar los presupuestos de forma “colectiva y colegiada” en un debate político donde se tengan en cuenta la pluralidad del Gobierno y se puedan definir las líneas estratégicas del pacto. Precisamente, esta era la idea que le quería transmitir al conseller Vicent Soler en el encuentro, pero al ver que pudo haberse “malinterpretado” ha decidido llevar la propuesta al seno del Consell para su aceptación.
De esta forma, el pleno del Consell ha aprobado por “unanimidad” celebrar una comisión ‘ad hoc’ compuesta por los diferentes representantes que componen el Ejecutivo a fin de iniciar la tramitación presupuestaria desde una perspectiva “global” y no “radial”. “La misión que tenía en la reunión con Soler se ha cumplido. Ayer se lo expliqué al conseller de forma informal y hoy hemos aprobado esta comisión para la semana que viene. Yo soy muy resolutiva y esto lo he resuelto”, argumenta Oltra.
Como principal novedad respecto a años anteriores, esta comisión antepondrá el debate político a los trámites técnico-administrativos para que “no haya sorpresas de última hora” y “que todos los consellers sepan lo que se ha negociado al margen del área de competencias de cada uno”.
“La parte administrativa debe ir a remolque en función del acuerdo político alcanzado. Lo mismo ocurre con los plazos. El acuerdo alcanzado determinará los tiempos y no a la inversa. Primero es el qué, luego el cómo y por último el quién”, defiende la vicepresidenta.
No en vano, aunque entiende que sería preferible tener los presupuestos aprobados antes del 31 de octubre, tampoco cree que vaya a pasar nada si se prolongan hasta el mes siguiente. “Lo importante es que todos conozcamos el acuerdo y no haya sorpresas”, apostilla.