Los sueños del president Puig ante el constante rumor del adelanto electoral

La sentencia de Ximo Puig "no pasa por mi pensamiento adelantar las elecciones" recuerda a la todavía más contundente que hizo en el congreso nacional de su partido en Elche en verano de 2017. En aquel entonces se enfrentaba a un enconado rival -el alcalde de Burjassot, Rafa García- por la reelección al frente del PSPV-PSOE.

En tierras ilicitanas, con los partidarios del defenestrado ex ministro José Luis Ábalos en plena efervescencia, aseguró que era la última vez que optaba a ese cargo. Después, una vez reelegido también president de la Generalitat, en 2019, ya comenzó a recular al no repetir categóricamente lo que había dicho ante los suyos dos años antes. "Decidiré cuando corresponda", era su nuevo mensaje.

Al final, ha vuelto a aspirar -y a ganar, esta vez por anticipado- a la secretaría general del PSPV-PSOE y casi con toda seguridad será el candidato a la presidencia de la Generalitat de su partido a las elecciones de 2023. Porque, según las propias palabras de Ximo Puig, a fecha de hoy los comicios se celebrarán en 2023.

"No está en mi agenda, en mis pensamientos o en mis sueños", ha sido la curiosa frase que ha proferido para negar, por ahora, un adelanto electoral. No ha dicho, eso sí, que no esté en sus planes, que resulta la respuesta más lógica cuando a alguien le preguntan si va a hacer algo. Lo del sueño suena a adivinación o a iluminación, a capacidad de ver el futuro, un don del que, que sepamos, no ha demostrado gozar todavía el molt honorable president.

Por si acaso, y para que no se acabe de confiar la vicepresidenta y líder de Compromís, Mónica Oltra, -no vaya a ser que le coja desprevenida, como en 2019- ha matizado que "es evidente que en política no se puede decir 'de esta agua no beberé".

Si en el congreso de Elche aseguró una cosa -que no se presentaría- con total rotundidad y ante los suyos, los más cercanos, los socialistas, y ha hecho la contraria -bien es cierto que jaleado por sus más estrechos colaboradores-¿qué credibilidad tiene que ahora asegure que no anticipará elecciones ante el público en general?

Pues eso, difícilmente acallará el runrún de anticipo electoral -que el PP contribuye a expandir a pesar de que, según las actuales encuestas, seguiría en la oposición de celebrarse nuevos comicios autonómicos- aseverando que no pasa por sus sueños convocar elecciones. El tiempo, y el agua que beba Puig, dictarán sentencia.