La persona que logra unir a un Consell dividido por los presupuestos

No hay nada como algo asociado con la República para volver a unir al seno del Consell, más si cabe cuando se trata de homenajear al héroe de guerra valenciano Amado Granell. A pesar de todas las discrepancias que vienen arrastrando los socios de Gobierno y que ha quedado materializada en la negociación de los presupuestos autonómicos, la plana mayor del Ejecutivo no ha dudado en ‘desembarcar’ por completo en un acto para rendir tributo a Amado Granell y a la compañía 'La Nueve' a la que perteneció. Hasta cinco representantes de distinto signo ideológico del Gobierno valenciano se congregaron en la ceremonia: el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; el vicepresidente segundo y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Héctor Illueca; el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler; el conseller de Educación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, y la consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo.

Nacido en la localidad castellonense de Burriana, Granell combatió contra Franco en las filas republicanas y contra Hitler bajo la bandera de la Francia libre del general De Gaulle. Perdió la Guerra Civil y ganó la II Guerra Mundial, pero en ambos casos sus hazañas y fracasos cayeron en el olvido. Héroe improbable, Granell se abrió camino a París desde el exilio en África, donde se enroló en las tropas del mítico general Leclerc. Arrastraba el fracaso de la derrota contra Franco, y asumió la batalla contra el fascismo en Europa con ánimo de revancha.

Gracias a su aplomo y valía, Granell no tardó en asumir galones en La Nueve, unidad militar eminentemente española que hostigó a los nazis hasta convertirse en los los primeros en irrumpir en la ciudad de París y liberarla del poder de Hitler. Una hazaña histórica de la que, hasta hace poco tiempo, sólo había constancia en una fotografía del diario Liberation donde fue borrado del pie de foto por sus orígenes españoles. El propio De Gaulle le entregó la Legión de Honor, ofreciéndole el empleo de comandante si adoptaba la nacionalidad francesa. Dicen que su respuesta fue: “a España la quiero como una madre, a Francia como una novia”.

Por todo ello, Ximo Puig ha pedido por carta a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que se le dedique una calle al militar valenciano en reconocimiento del protagonismo que tuvo en la liberación de la capital francesa durante la Segunda Guerra Mundial.

Durante la ceremonia, también ha sugerido a Anne Hidalgo, "hija y nieta de exiliados republicanos", la colocación de un busto del militar o una placa conmemorativa que recuerde su figura en los actuales 'Jardines de los Combatientes de La Nueve', al lado del Sena.

Al respecto, ha reivindicado el compromiso "con la libertad, la democracia y el estado de derecho" de Granell, que "no podía quedarse huérfano del reconocimiento institucional que merece en la Comunitat Valenciana". Su figura, ha indicado, "supera la épica de la guerra y se adentra en una esfera muy actual: la de una opción política abierta y respetuosa con las libertades públicas de todos".

En ese sentido, ha apelado a la memoria como "palanca" que debe ayudar a cambiar el presente y a mejorar el futuro, porque "recordar -ha señalado- es más que revivir el pasado". "Para los demócratas, la lucha real por la libertad es una batalla que debemos dar cada día", ha indicado también el president.