Puig vende ante Pedro Sánchez la reversión del Hospital de Torrevieja

El PSOE alcanza el ecuador de su 40 Congreso Federal tras una primera jornada sin sobresaltos que sirvió para escenificar una imagen de unidad. A la espera de alcanzar el colofón final este domingo con un discurso del secretario general y presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, lo más destacado de esta segunda jornada pasa por conocer la composición final de la renovada Ejecutiva, donde se prevé muchas caras nuevas con presencia mayoritaria de mujeres, y el esperado reencuentro de algunos históricos socialistas durante el Congreso.

Entre ellos, el expresidente Felipe González, quien llegó a decir que se sentía "huérfano de representación política" y fue muy crítico con la decisión del Gobierno de indultar a los condenados por el procés, o las intervenciones José Luis Rodríguez Zapatero y Joaquín Almunia.

Durante la apertura del Congreso, el secretario general del PSPV-PSOE y president de la Generalitat, Ximo Puig, ha reivindicado la oportunidad que ofrece este cónclave para incorporar nuevas respuestas a los múltiples retos de país tras la pandemia: feminismo, sostenibilidad, cogobernanza, equidad y defensa de la democracia frente a los fanatismos.

Porque la crisis del covid ha situado a Europa en un “momento socialdemócrata” con unos resultados que evidencian la “eficacia” del escudo social y el diseño de la agenda hacia la recuperación. A su parecer, la “gran lección” de la pandemia es que “con la sanidad no se juega, ni se privatiza, ni se especula”. Por ello, ha puesto en valor que el Hospital de Torrevieja “vuelve a ser público” tras 15 años de “privatización”, “al igual que hicimos hace tres años recuperando Alzira". Un conjunto de políticas que “simbolizan” la ansiada “normalidad mejorada” hacia la que pretende avanzar.

No en vano, de sus declaraciones llama la atención que el Hospital de Torrevieja, al igual que el de Alzira, se pusieron en marcha durante los modelos del Partido Popular con un modelo público y de gestión privada, por lo no puede “volver” a ser público porque, de hecho, nunca ha dejado de serlo.

En su intervención inaugural, ha destacado que el de este fin de semana es un congreso de "cohesión", y ha reivindicado el legado de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, al primero por la modernización y la entrada en la Unión Europea y al segundo por la ampliación de los derechos de las personas.

Junto a Puig componen la mesa Maria Eugenia Limón, del PSOE de Andalucía, como vicepresidenta; David Serradas, del PSOE de Castilla y León, y Clara Sierra Caballero, del PSOE asturiano, como secretarios de actas; y Sandra Guaita, del PSC, como secretaria de notas.

Antes de la constitución de la mesa, y la apertura oficial de este 40º Congreso, Sánchez ha llegado al escenario acompañado por toda su Ejecutiva y sus ministros, y aclamado por los casi 1.000 delegados que asisten al Congreso y que este domingo deberán votar la composición de los nuevos órganos de dirección, la ponencia política y los nuevos estatutos.