La Generalitat no entiende el "drama" que suscita la financiación en otras CCAA

O la propuesta no se ha entendido bien o aquí hay gato encerrado. Esta es la visión que tiene el Gobierno valenciano sobre el malestar generado en otros líderes territoriales por plantear una reforma del modelo de financiación autonómico que tan sólo busca cumplir con el artículo 157 de la Constitución española en materia de potestad tributaria: el de la suficiencia financiera y la capacidad de converger en la prestación de servicios públicos.

El conseller d'Hisenda, Vicent Soler, no es capaz de interpretar cómo se ha podido “dramatizar” la cuestión de la reforma financiera cuando lo único que persigue es reconocer “la singularidad de territorios y la igualdad entre personas”. Y lanza una pregunta retórica mientras se encoge de hombros:“¿Por qué un valenciano debe tener menos recursos en servicios públicos?”. La respuesta no la sabe, pero rechaza los posicionamientos políticos anclados en exagerar una cuestión que, realmente, queda sintetizada en algo tan básico como el derecho a la equidad.

Aunque a diferencia de la gran mayoría de debates que se producen en el seno institucional, esta controversia queda lejos de intereses partidistas. Por ello, los barones socialistas Guillermo Fernández Vara y Emiliano García Page, en representación de la España vaciada, aprovecharon el 40 Congreso Federal del PSOE para cerrar la puerta a una reforma del sistema durante la presente legislatura porque con los fondos europeos “es difícil hacer cálculos” y “sólo saldrían ganando Valencia, Madrid, Andalucía y Cataluña”.

Unas conclusiones contrarias a las del conseller Soler, quien cree que podría hacerse “perfectamente” esta legislatura tras calificar de “asuntos distintos” los fondos europeos y el sistema de financiación. No en vano, se muestra satisfecho con el resultado obtenido en el Congreso Federal y recuerda que “quienes estamos en el marco de los acuerdos congresuales del PSOE somos el PSPV”. Al menos desde el punto de vista del contenido, donde se plantea aprobar un "sistema de financiación basado en la ciudadanía y que tenga en cuenta el coste real de la prestación de servicios".

No obstante, todavía siguen sin aparecer en la redacción final otras dos cuestiones que siempre habían defendido los socialista valencianos: el reconocimiento de la deuda histórica y los criterios de población ajustada. Si bien estos conceptos brillan por su ausencia de forma explícita, el conseller defiende que sí se muestra de forma implícita con la una intención “clara” de solventar de manera estructural la infrafinanciación y de forma temporal con los fondos de nivelación .

“Pero hablamos de deuda derivada de la infrafinanciación, no de los excesos por la corrupción. Me gustaría recordar que en el primer presupuesto que elaboramos destinamos unas provisiones de 4.000 millones de euros a impagados”, matiza al respecto.

Con todo, considera que lograr incorporar la gran mayoría de enmiendas valencianas “sense moure pols y remolins” permite diseñar la hoja de ruta de cara al Consejo de Política fiscal y financiera, las futuras acciones del Gobierno de España y acuerdos en el Congreso de los Diputados, donde remarca que no existe mayoría parlamentaria del PSOE.

En cuanto a la reunión convocada el próximo 2 de noviembre por el presidente gallego del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre el reparto irregular de la financiación autonómica, Soler considera que debe “posponerse” hasta lograr precisar las condiciones en el seno de los partidos implicados. “Debe garantizarse que sea efectiva, como el encuentro entre Puig y Juanma Moreno en Sevilla”, apostilla el conseller.