La paralización de Pedralba amenaza a Bugarra con dejar un oasis en el desierto
Los impedimentos de la consellera Mollá para ejecutar unas obras previstas desde 2015 podría dejar a este municipio limítrofe sin su apuesta estrella de futuro
Los retrasos en las obras de la variante sur de la carretera de Pedralba no sólo es un suplicio para los propios vecinos del pueblo, que están obligados a convivir con el paso de 3.000 vehículos diarios, sino que también amenaza con ahuyentar importantes inversiones en los municipios limítrofes. Entre ellos destaca el caso de Bugarra, donde disponen de un importante polígono industrial con hasta 11 parcelas para implantaciones de naves de 2.000 metros cuadrados, pero para acceder a él es necesario cruzar por Pedralba.
El problema, más allá de las complejidades técnicas que puede suponer para el conductor de un tráiler pasar por mitad de Pedralba, es la cantidad de tiempo que se pierde en el intento. Más de media hora se puede emplear para que un camión logre superar este tramo de carretera, lo que en cuestiones de logística supone una gran cantidad de dinero en pérdidas. De hecho, en el polígono ya hay dos empresas instaladas: una cooperativa citrícola y una prestigiosa mercantil de algarrobas. La primera tiene serios problemas de distribución en temporada alta de la naranja y la segunda ya ha comunicado su intención de marcharse por dificultades en la distribución.
Precisamente, Bugarra había apostado en este polígono por hacer una gran estructura de edificación para naves logísticas que permitiese a las mercantiles distribuir por toda España aprovechando que se ubica en una zona “privilegiada”. Y es que de contar con la desviación de la variante de Pedralba sería uno de los mejores polígonos industriales de la Comunidad Valenciana. No en vano, los constantes impedimentos de la Conselleria de Agricultura de dar luz verde a la Diputación de Valencia para retomar las obras podría dejar el polígono en un oasis en medio de un desierto.
Por su parte, el presidente de la institución provincial, Toni Gaspar, ante el “silencio” de la Consellera Mollà a las peticiones de conocer si la desviación de carretera cumple con los criterios ambientales, ha decidido seguir con el proceso de ejecución. La institución provincial ha publicado en el Boletín Oficial de la Provincia las actas de ocupación con las que indemnizará con un desembolso de 400.000 euros a todos los vecinos afectados por la expropiación forzosa. Sumado a otros proyectos de ejecución, la Diputación de Valencia acumula ya una inversión total de 1 millón de euros en la variante Sur.
Con todo, Mireia Mollá le reta a culminar las obras siempre y cuando sea capaz de justificar todas las acciones en base a la normativa vigente. A su parecer, ella no tiene la obligación de dar el visto bueno a las obras porque “no soy la abogacía o el equipo jurídico de la Diputación”.