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Compromís va a por el enemigo número uno del expresidente Camps

La formación liderada por Mónica Oltra ha puesto en marcha una campaña para denigrar la labor del Defensor del Pueblo valenciano

Mónica Oltra, líder de Compromís y vicepresidenta de la Generalitat

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En Compromís ya tienen aprendida la lección. Cuando algún asunto peliagudo se interpone en los intereses de la formación nacionalista, no tienen reparos en activar todos los instrumentos a su alcance -mediáticos y orgánicos- para montar una campaña denigrante contra particulares o instituciones. Es lo que ha pasado con los jueces de Castellón por la retirada cautelar de los libros LGTBI, contra el Puerto de Valencia por la ampliación de la Terminal Norte y ahora con el Defensor del Pueblo valenciano a cuenta de los últimos informes donde se pone de manifiesto la “injerencia” de la Conselleria de Mónica Oltra en investigaciones sobre centros de menores.

El objetivo final de las estratagemas es el mismo en todos los casos, aunque el método llevado a cabo difiere en función de las singularidades de cada uno de ellos. Esta misma semana, Compromís ha aprovechado la comparecencia ante Les Corts del síndic de Greuges, Ángel Luna, para cuestionar -en unas ocasiones de forma más explícita que en otras- la independencia del organismo estatutario que preside, el equivalente al defensor del pueblo valenciano, e insinuar que sus quejas de oficio sobre Mónica Oltra vienen dictadas por el Partido Popular. Una acusación que, además de comprometida, resulta cuanto menos insólita a tenor de la trayectoria política y profesional que acumula Ángel Luna.

Entre otras cosas, porque además de ser un histórico socialista, ex alcalde de Alicante y ex portavoz del PSPV en Les Corts, su figura fue una de las más destacadas en la época de Paco Camps por protagonizar intensos debates parlamentarios aflorando casos de corrupción de manera sistemática. De hecho, en una de las sesiones plenarias llegó a exhibir un informe policial sobre la visita del Papa a Valencia que estaba bajo secreto de sumario del caso Gürtel, lo que le costó una denuncia del PP por un presunto delito de revelación de secretos. Pero a pesar de ello, Luna nunca ha titubeado a la hora de mostrarse como una garantía de lucha frente a la corrupción. Tal es así, que su nombramiento como síndic de Greuges a finales de 2019 se convirtió en motivo de controversia. Un importante sector del PP rechazaba convertirlo en presidente de la institución aunque, finalmente, la determinación de Isabel Bonig, junto al respaldo del Botànic I, le llevó a ostentar el cargo que posee a día de hoy.

No en vano, Mónica Oltra fue la primera en esbozar la idea de su vinculación con el PP al considerar que las resoluciones de la Sindicatura resultaban “inapropiadas” desde el punto de vista administrativo por el cúmulo de “insidias y sospechas sin fundamento” lanzadas, lo que le llevó a deducir que existía una especie de persecución política contra su persona. Aunque en primera instancia evitó referirse a quiénes y cuántos podrían estar involucrados en la operación para no abrir la puerta a la “especulación”, el diputado de Compromís Jesús Pla señala al exsecretario autonómico de Bienestar Social con Francisco Camps y exjefe de gabinete de Juan Cotino en la presidencia del Parlamento valenciano, David Calatayud, como encargado de las cuestiones referentes al departamento de Mónica Oltra.

Una imputación que logró el suficiente eco mediático, ya que otros miembros de Compromís le han seguido dando coba hasta el punto de otorgarle un rango de veracidad, aún sabiendo que Ángel Luna ya no guarda relación con la política. Es el caso del coportavoz de Iniciativa y jefe de Gabinete de Mónica Oltra, Miquel Real, quien ha continuado la campaña de desprestigio contra el Síndic a través de su perfil de Twitter. O el secretario autonómico de Empleo, también de Compromís, Enric Nomdedeu, que lanzó un mensaje en Twitter con el singular humor que le caracteriza: “En algún organismo de la Administración valenciana, parece que hay ríos subterráneos, por donde navegas desde el ‘PPleistocé’, algunos barqueros con vocación de Caronte, para llevar almas a Hades”.

A pesar de ello, la respuesta del Síndic de Greuges ha sido concisa pero mucho más contundente. Sin otorgar mayor importancia a la que cree que se merece. Luna defiende que "no se va a dejar instrumentalizar por nadie" ni "va a dejar de hacer su trabajo porque piensen que le van a instrumentalizar", mientras argumenta que en su organismo se trabaja de forma colectiva y como en "Fuenteovejuna". Además, defendió a Calatayud y rechazó el argumento "ad hominem" de Compromís, reclamando que se debata sobre el contenido de la investigación, no sobre quién la ha realizado. "Si tuviera alguna queja lo habría cesado. Me parece un excelente trabajador", sentenció.