Tragedia medioambiental con gatos y peces muertos en L'Albufera
La imposibilidad de quemar la paja de arroz deja un escenario lúgubre en Mareny de Barraquetes
Como si del Mar Negro se tratase, las aguas de l' Albufera en el Mareny de Barraquetes se han cubierto con centenares de peces y gastos muertos por no poder quemar la paja del arroz, lo que también ha provocado que se tiñan de color negro.
La Conselleria de Agricultura, dirigida por Mireia Mollá, publicó el pasado 30 de septiembre en el Diario Oficial de la Comunitat Valenciana el permiso para proceder, con carácter extraordinario y únicamente por razones fitosanitarias, a la posibilidad de autorizar la quema de restos de rastrojos y paja de arroz en aquellas superficies de cultivo ubicadas en el entorno de l'Albufera de Valencia.
Pero esta será la cuarta y última campaña que la administración autonómica permita realizar la quema de forma excepcional, poniendo fin así a la belleza visual que acompaña a los campos valencianos en este período del año. En 2022, la Conselleria pretende regular una nueva forma de tratar estos residuos.
No en vano, mientras esto ocurre en Mareny de Barraquetes se sigue produciendo un problema medioambiental de primer orden, precisamente, por no poder quemar la paja del arroz y carecer de soluciones alternativas. El alcalde del municipio, Jordi Sanjaime, sostiene que se trata de una controversia que llevan acusando varios años en los que no se han producido lluvias excesivas que permitan limpiar la zona y arrastrar los residuos hacia el mar.
Sanjaime denuncia que las administraciones públicas han optado por “meter la cabeza bajo el agua” para eludir responsabilidades medioambientales y otros problemas derivados de la olor o del metano que desprende el agua. “Creemos que las administraciones debían haberse movido desde hace años para intentar solucionarlo, aunque los que trabajan ahora en la Conselleria de Agricultura no se han enterado de la película”, subraya el alcalde.
El motivo radica en que los permisos excepcionales que otorga la Conselleria prohíbe realizar la quema en horarios que no vayan entre las 8 de la mañana y las 12 del mediodía, “justo cuando la paja está más húmeda y produce una gran cantidad de humo” que se traslada hacía la ciudad provocando la “alarma social” que se está viviendo durante estos días.