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La guerra por la misa de À Punt: el Consejo Rector contra Presidencia

El Consejo Rector de À Punt da largas a la petición del Palau de la Generalitat de retransmitir misas en valenciano y alega ahora un informe del Consell de Ciutadania

El padre Jesús Corbí, en una de sus misas retransmitidas por À Punt

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E. M.

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Las misas en valenciano en la televisión pública À Punt se han convertido en un punto de fricción entre presidencia de la Generalitat y el Consejo Rector de la televisión. En concreto, la secretaria autonómica de Comunicación, que depende directamente del Palau, solicitó que se vuelva a la parrilla de la televisión autonómica la retransmisión de las misas en valenciano, algo a lo que la presidenta en funciones del Consejo Rector, Mar Iglesias, se ha negado.

El Consejo Rector que dirige en funciones Iglesias ha utilizado como excusa para dar largas a Presidencia que la decisión de volver a emitir misas en À Punt depende de un informe del Consell de Ciutadania, y que no piensa retomar las retransmisiones eucarísticas pese a los buenos datos de audiencia y la función social que supone acercar este servicio a personas mayores en sus casas en lengua autóctona. Esto ha sido considerado por Presidencia como un nuevo choque o desplante que se enmarca dentro de la negociación del nuevo contrato programa de À Punt, caducado desde hace meses y con un valor de 58 millones.

Las misas en À Punt comenzaron a retransmitirse a raíz del confinamiento por la pandemia del COVID gozando de una buena acogida de audiencia. Tras el confinamiento continuaron, generando un choque entre los socios del Botànic que no son partidarios de mantenerlas como Compromís y Podemos. El pasado octubre se emitió la última misa desde Torrent, con un llamamiento del párroco Jesús Corbí a mantener esta retransmisiones y numerosas quejas presentadas al Consell de Ciutadania por este aspecto. El Consejo Rector reconoce que “la programación de À Punt debe tener en cuenta la mirada abierta y plural del hecho religioso” pero sin embargo sigue buscando subterfugios para evitar que las misas en valenciano vuelvan a À Punt.

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