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Sanitat "privatiza" las operaciones quirúrgicas en el Hospital de La Ribera

Los déficits estructurales y el colapso en las listas de espera obligan a la Conselleria a derivar a los pacientes a otros centros privados pese a que anunciaron una reversión 100% pública

Ana Barceló, consellera de Sanitat

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Sanidad pública gratuita, pero a medias. El proyecto estrella de la Conselleria de Sanitat de revertir las concesiones sanitarias a la gestión pública parece desmoronarse como consecuencia de los déficits estructurales que padecen y de un empeoramiento en las condiciones laborales del personal sanitario. Un escrito al que ha tenido acceso en exclusiva ESdiario -incluido al final de la información- demuestra cómo algunos de los pacientes que permanecen a la espera de poder ser operados quirúrgicamente en el Hospital de la Ribera (Alzira) acaban siendo remitidos a otros centros privados donde “cuentan con todos los medios idóneos para realizar este tipo de operaciones”.

En la misiva, que viene firmada por la secretaria autonómica de eficiencia sanitaria, Concha Andrés Sanchis, reconoce que la existencia de pacientes en listas de espera quirúrgicas es una de las prioridades del Consell, pero debido a la demora existente se ven obligados a privatizar este servicio “a fin de poder ser atendido cuanto más pronto mejor”. También se adjunta un listado de centros privados entre los que el paciente deberá seleccionar por orden de prioridad en función de su disponibilidad geográfica para poder confirmar la fecha y el lugar de intervención. En caso de rechazar la propuesta, permanecerá a la espera de la operación en el hospital público donde se encontraba registrado hasta ese día.

Los últimos datos globales del mes de septiembre publicados por la Conselleria de Sanitat revelan que el tiempo medio de espera para poder ser en la especialidad de cirugía en el Hospital de la Ribera asciende hasta los 116 días con un total de 658 pacientes en la cola, mientras que en el Hospital Universitario General de Castellón, que tiene una población asignada similar, la cifra desciende hasta los 72 días y 303 enfermos a la espera. Es decir, existe una diferencia entre ambos de 44 días - un mes y medio aproximadamente- y 355 pacientes.

Este episodio se produce precisamente en el primer símbolo de gestión público-privada del PP puesto en marcha durante el mandato de Eduardo Zaplana y poco después de materializar el polémico proceso de reversión del Departamento de Salud de Torrevieja, donde se están reproduciendo los mismos problemas que en los inicios de la “desprivatización” del Departamento de La Ribera. Tras más de 18 años de funcionamiento, el prototipo de colaboración público-privado del conocido como “Modelo Alzira” demostró según informes oficiales que sus hospitales y centros de salud habían ganado mayor calidad asistencial, menor tiempo de espera y un incremento del 30% en la eficiencia.

De hecho, este modelo marcó un hito en la gestión sanitaria y por ello se ha extendido en la Comunidad Valenciana, en otras comunidades autónomas y fuera de nuestro país, llegando a estudiarse en universidades como Harvard Business School y Berkeley. Sin embargo, junto con el departamento de Salud de Torrevieja, el proceso de reversión a la gestión pública podría estar derivando hacía unos déficits que están obligando a la Conselleria a privatizar determinadas áreas.

El portavoz del Partido Popular en Les Corts, Jose Juan Zaplana, sostiene que "Puig vuelve a engañar a los ciudadanos porque la desprivatización del departamento de salud de la Ribera se ha convertido en otra Fake news a la que la consellera Barceló ya nos tiene acostumbrados. Decían que finalizaban el contrato para una gestión directa que solo ha servido para empeorar la calidad asistencial, retrasar las pruebas y diagnósticos, colapsar la lista de espera y mandar a la privada las intervenciones quirúrgicas. Después de más de 3 años no hay mejor sanidad en la Ribera y PSOE y Compromís privatizan a dedo los tratamientos de nuestra salud. Mientras la gerencia del departamento en vez de sacar el máximo rendimiento de nuestro sistema público dedica su tiempo a montar macrofiestas”.