Caso IVAM: “Llinares en todas las salsas”
Ex trabajador de IVAM, fundador de la asociación personada en la causa, "responsable" de la denuncia y también testigo... Llinares se convierte en protagonista del caso juzgado.
Ha terminado el juicio de la Audiencia de Valencia por la adquisición de obra póstuma de Gerardo Rueda por el Instituto Valenciano de Arte Moderno a su heredero José Luis Rueda, siendo directora Consuelo Císcar. Ambos dos y el entonces director económico Juan Carlos Lledó, se han sentado en el banquillo de los acusados.
Un análisis detenido de los Informes definitivos de acusaciones y defensas va arrojando, a criterio de ESdiario, algunas hipótesis que pudieran satisfacer la categórica solicitud a sus señorías de fundamentada sentencia absolutoria, en el momento procesal oportuno y con la diligencia posible, del letrado Milans del Bosch. Respetuosa, incluyó en su formulación en defensa de los intereses de José Luis Rueda, hijo del artista.
Su argumentación, directa aunque estructurada con inteligencia y nervio, no eludió una valoración contextual por la que situó el inicio de la controversia en el ámbito político, en la que su patrocinado había sido el “tonto necesario”. “A la fiscal no le ha interesado la verdad”. Ayer adelantábamos esta frase en un breve resumen. La repitió en numerosas ocasiones, hasta llegar a afirmar “esto es una malversación”. Así calificó la utilización desde la Administración Pública hasta el Tribunal de Justicia -que no Juzgado, reprochó a la letrada de Acción Cívica- que se ha hecho en esta causa: malversación pública. Subrayó el tiempo de subordinado de Miguel Ángel Cervera en la Agencia que dirige Joan Llinares, más tarde volvió a citarlo en relación con los Informes de la UDEF, para recordarle como “testigo estrella”.
Ya quedó evidencia de contradicción entre la respuesta dada a la acusación y a Juan Molpeceres que ejerce la defensa de Consuelo Císcar, a la pregunta de quién propuso o sugirió que se investigara la adquisición de Rueda por el IVAM, tras la afirmación rotunda de uno de los Interventores que señaló a Llinares de forma espontánea. También salió a relucir en el Informe, muy centrado en el perfil de su defendido, del abogado Paco de Antonio. Se recordó también que fue él quién lo trasladó a la Fiscalía. “En todas las salsas” dijo en tono coloquial el abogado madrileño.
En su testifical evitó recordar su condición de socio fundador y destacado de la Asociación personada como acusación popular, hasta que se le preguntó expresamente al final de su deposición. Lo que curiosamente se ha hecho constar de nuevo en los Informes finales.
No es previsible que la sentencia vea la luz en lo que queda de año, ni garantizado que resulte absolutoria de todos y cada unos de los cargos, pero las partes coinciden, y así lo han expresado, en confiar plenamente en una fundamentación rigurosa y justa. Favorable, añaden los acusados y solicitan formalmente sus defensas.