El regalo de Ribó por Navidades que rechazan los vecinos de Valencia
A partir de hoy el consistorio blindará la entrada al centro histórico y multará a los vehículos sin autorización
El espíritu navideño que respiran las calles de Valencia es muy diferente al de años atrás. El alcalde de la ciudad, Joan Ribó, ha dejado a los vecinos y comerciantes sin el tradicional árbol de navidad, sin el Belén y con una iluminación que prácticamente queda reducida a dos bolas gigantes en mitad de la plaza del Ayuntamiento. Pero el primer edil no se ha olvidado de ofrecer un regalo muy particular a todos ellos. De hecho, resulta tan singular que hasta los propios vecinos la rechazan sin una negociación entre partes que permita alcanzar un consenso más amplio.
A partir de este miércoles se pondrá en marcha una nueva zona de Prioridad para Residentes que blindará el tráfico de vehículos por Ciudad Vella a los 5.000 vecinos que residen en la zona. Es decir, que el consistorio comenzará a multar a los vehículos no autorizados que accedan a las zonas de El Carmen o la Seu, lo que también supondrá un grave perjuicio para la economía local. Tanto es así que de los casi 200 comercios y restaurantes que se han cerrado durante la pandemia, el 57% corresponden a Ciutat Vella. Además, los cambios de línea en la EMT y la falta de aparcamiento en el centro suman 4.500 parados más, el 60% de ellos del sector servicios.
Aunque más allá de las pérdidas económicas que puede suponer para los comercios todo este lastre en unas fechas tan indicadas como las Navidades, los propios vecinos también reprochan al alcalde que no ha habido información y todavía quedan muchos interrogantes por resolver entorno a la normativa. Si bien nunca se han mostrado contrarios a crear esta área de prioridad residencial, el presidente de Amics del Carme Toni Cassola, considera que la actuación de la Concejalía de Movilidad es muy preocupante, teniendo en cuenta que es lo más importante que se ha hecho nunca en Ciutat Vella para pacificar el tráfico.
Y es que el problema de la decisión no reside tanto en el fin en sí mismo como en las formas para materializarla. Ni tan siquiera el principal partido de la oposición, el Partido Popular, se opone a restringir la movilidad siempre y cuando se hubiese hecho en un contexto económico favorables. Para la portavoz del Grupo, María José Catalá, se trata una nueva medida “errática” del equipo consistorial, que “no deja de poner palos en las ruedas a los comerciantes locales: primero con el cierre de esta zona en plena campaña de Navidad, luego con la ridícula inversión en iluminación navideña y, para rematar, con el retraso de 11 meses en las ayudas directas a los comercios”.
Por ello, anuncia que pondrá una reclamación a los presupuestos municipales a fin de duplicar las ayudas directas a los comercios locales de la ciudad en los presupuestos de 2022 y llegar a los 3,2 millones de euros. A su parecer, está en juego que el centro histórico acabe por convertirse en una “isla” y Ciutat Vella en una “ciudad fantasma”. “Los comercios de Ciutat Vella cada día se enfrentan a más dificultades para atraer clientes, más de 7.000 falleros no pueden acceder a sus casales ni la gente a su puesto de trabajo. No hay consenso ahora para poner en marcha las multas para acceder a parte del centro histórico. Y pedimos a Ribó que no sancione. Las multas no son las solución”, recalca Catalá.
Con respecto a la escasa inversión en iluminación navideña, Catalá lamenta que para ver luces de Navidad haya que desplazarse hasta Jardines de los Viveros previo pago de 12 y 14 euros. “Dijeron que venían a gobernar para todos pero será para quienes tengan 14 euros”, argumenta de forma irónica.
Pese a ser la tercera gran ciudad de España, Valencia es la que menos invierte en iluminación navideña por detrás de municipios como Zaragoza (700.000€) y Málaga (798.000€), que doblan con creces la inversión de la capital del Turia.