De reconocimientos y concesiones
Ya no hay político sin libro, y empieza a no haber libro o cuento sin político (o sin varios)
Soy de los que creo que las vivencias son para escribirlas cuando ya no se recuerdan bien -como hizo Pasqual Maragall- y se pueden novelar. De manera que el lector ponga de su parte y ajuste a su perfil la interpretación abierta que, de su propia trayectoria, hace el autor. Así que no las leo como si se tratara del levantamiento del secreto de un sumario o la caducidad de los de Estado, sin perjuicio de obtener de ellas valiosa información.
La Política para Adultos de Mariano Rajoy -bendito Rajoy, tengo repetidamente escrito- no será una excepción a la regla. Tanto en su presentación presencial como en las posteriormente televisivas, no ha faltado un doble reconocimiento que me satisface. El de la figura de Francisco Camps tras salir ileso de portadas y lances judiciales, y el de la Memoria de Rita Barberá tan injustamente manchada. No seré yo quien recurra al espontáneo y poco generoso “es tarde”.
Aunque sí me pregunto, lo hizo antes Aznar y aquí Carlos Mazón ¿Para cuándo Pablo Casado?
Tampoco al buenista del ”más vale tarde que nunca”. Me quedo con el hecho. Y con la satisfacción. Y huyo -tal vez sin conseguirlo yo tampoco- de esa extendida corriente por la que, con éxito o sin él, se pretende influir desde tribunas de opinión en la conducta política de los partidos y de sus líderes. No es mi caso. Aunque sí me pregunto, lo hizo antes Aznar y aquí Carlos Mazón ¿Para cuándo Pablo Casado?
Volviendo a los hechos, el reconocimiento de una injusticia -la definitiva retirada de la Abogacía de Puig del último caso contra Camps, por ejemplo- debiera exceder del ámbito político, y atañer también a jueces y fiscales, que por utilizar su propia jerga, juegan en la práctica, el papel de cómplice necesario. Dicho sea con todo respeto, por no decir de una suerte de malversación (como tantas veces lo dijo el ex magistrado de la Audiencia Nacional Milans del Bosch en el juicio del IVAM que ha seguido ESdiario).
Ignoro si el reconocimiento de Rajoy complace al ex presidente valenciano que con estoicismo, firmeza y lealtad se ha mantenido en sus principios, y con las siglas y las reglas de su partido. No puedo preguntar a mi querida Rita, ni publicar confidencias que me permiten suponer la reacción de quién siempre hizo gala de un carácter generoso, y expresar desde aquí, una vez más, mi respeto a su familia.
Pedro Sánchez, es el primer presidente que publica en su propio mandato. Su mentora ha corrido moqueta
Se cumplen ya casi tres años de la presentación del Manual de Resistencia de Pedro Sánchez, con la novedad de ser el primer presidente que publica durante su propio mandato. Su mentora Irene Lozano ha corrido moqueta del entorno presidencial hasta la directora de la Casa Árabe tras pasar por la Secretaría de Estado del Deporte. El manual de marras lo merece.
Tal vez sea la excepción a la regla de las memorias noveladas. Tal vez su autor - tan aficionado al Guinness- decidiera por una vez decir verdad, y su resistencia resulte a prueba de bomba. Aliarse con el enemigo cuando no se puede con él, es vieja y denostada práctica de catastrófica consecuencias políticas y sociales. Aliarse con quienes pusieron las bombas es llevar la resistencia al estado límite de fatiga de los materiales. Y a la quiebra, normalmente tan segura como imprevisible. Plegarse a la chulería del Rufián de ERC es, simplemente y por llamativo que resulte, indicador de elasticidad (que es también condición de la naturaleza de los materiales). Las concesiones, además de un indicador de poder, son el tributo de los débiles cuando lo detentan, y una perversión de la compasión y la igualdad social que funge -y finge- como su estructura.
Me llaman mucho la atención, en el ámbito local, la ceguera y cabezonería del ágrafo Ximo Puig – más allá de La Mirada Morellana- con el tema de los països, y el ridículo espantoso que ha hecho en Baleares -y en la estaciones del metro de Valencia- sin ningún reparo, contribuyendo así al descrédito de su política lingüística, y a su legendaria falta de valencianía. Compromís a lo suyo, ahora que Pere Mayor -uno de los fundadores del Bloc- va camino de Ezquerra Republicana (del País Valencià of course, y entiendo que ellos son libres de llamarse como les plazca).
Me quedo con los hechos: acercamiento de etarras y gestión de las cárceles, ley audiovisual, ley de pensiones, reforma laboral, desprotección del español y de la unidad de España y un largo etcétera. “Manual de resistencia y presupuestos. Instrucciones para la concesión de concesiones”, es el libro blanco -de dimensión planetaria- todavía inédito por la factoría Moncloa.
Dejo para la siguiente entrega “Las aventuras de Yolanda Díaz”, la ministra “consumista” -disculpa Olona- y averiguar quién es su particular Geppetto.