Protestas contra la gestión en Torrevieja: “la sanidad no se vende, se defiende”

El colapso sanitario que está sufriendo el Departamento de Salud de Torrevieja a raíz de la reversión a la gestión pública el pasado 15 de octubre ha transcendido el debate parlamentario hasta revelarse en forma de protestas ciudadanas. Unas 150 personas se han concentrado frente al Ayuntamiento de Guardamar, un municipio de Alicante, para denunciar la “insostenible” situación del centro salud del municipio y del Hospital de Torrevieja en los dos últimos meses. Con pancartas bajo el lema “la sanidad no se vende, se defiende”, “la falta de personal sanitario mata” o “No juguéis con nuestra salud, la reversión no es cosa nuestra”, tanto vecinos como personas de localidades cercanas han exigido recuperar unos índices de calidad asistencial aptos, así como suplir las carencias estructurales mediante una gestión más eficiente y contratación de personal.

El alcalde socialista de Guardamar, José Luis Sáez, también se ha querido sumar a la concentración para exigir a la Conselleria que cubra las tres vacantes de facultativos que necesita el centro de salud local, que cuenta con una plantilla de 14 médicos para atender a Guardamar y hacerse cargo de la asistencia de Sal Fulgencio y El Campico. Del personal disponible, una profesional se encuentra con baja de larga duración y otro dos dimitieron, pero ninguno de estos puestos han sido cubiertos.

No en vano, al primer edil le consta una demanda por parte de la empresa Ribera Salud -encargada de la gestión del departamento durante 15 años hasta la reversión- tras emitir una serie de “calumnias” contra la misma al hacerla responsable del “caos” sanitario. En concreto, José Luis Sáez acusó en un programa radiofónico a la dirección de esta mercantil de poner “trabas e incertidumbres permanentes” que habrían motivado múltiples dificultades para que la Conselleria pudiese hacerse con el control de la gestión desde un primer momento.