El día a día de Cercanías Renfe: Retrasos, masificación, indignación y covid
El servicio público registra una nueva jornada de retrasos con trenes abarrotados y sin cumplir con los protocolos sanitarios en plena sexta ola de la pandemia
Nada más y nada menos que 45 minutos. Ese es el retraso que acumulaban esta mañana los Cercanías en Valencia y que se han traducido en forma de indignación ciudadana, pero también en multitud de aglomeraciones tanto en las estaciones como en los escasos trenes que circulaban a deshora. “Esto es una vergüenza”, “A ver qué digo hoy en mi empresa” o “Todos los días lo mismo” han sido algunos de los comentarios más apacibles que compartían los usuarios con el hastío acumulado de ver cómo lo que debería de ser algo inusual se ha convertido en habitual.
Porque a todo ello se le suma también la posible negligencia empresarial que supone en plena sexta ola de la pandemia enlatar en un mismo vagón a centenares de personas sin cumplir con los protocolos sanitarios. La justificación aportada por la empresa pública en su perfil de Twitter es un incendio en la estación de Massalfassar (Valencia) que ha afectado, principalmente, a todo el servicio de trenes que salen, llegan o pasan por la provincia de Castellón, pero hace tan sólo un par de días el pretexto para cancelar hasta una veintena de trenes -afectando a 3.000 viajeros- era que se habían duplicado la media de bajas habituales en estas fechas.
A esto se le suma una adaptación de la oferta hasta el próximo 9 de enero que implica una reducción del 10% de los trenes en circulación durante el período navideño. Un hecho que la compañía argumenta con la tesis de que Renfe cuenta entre sus clientes con estudiantes y trabajadores que se desplazan diariamente para ir a los centros de trabajo y universidades, desplazamientos que se reducen durante las fiestas navideñas por tratarse de un período vacacional. Sin embargo, los estudiantes comienzan sus vacaciones a partir del viernes 24 de diciembre, dos semanas después del inicio de la anunciada reestructuración, y las dificultades para acceder con vehículo al centro de la ciudad también ha motivado a los ciudadanos a desplazarse en transporte público.
No en vano, esta tesitura ha provocado un drástico descenso de usuarios en las Cercanías en la Comunitat Valenciana, que han perdido 41,6 millones de pasajeros entre los años 2011 y 2020. En 2012 se perdían 295.000 personas, pero a partir de esa fecha las comparativas respecto a 2011 son desmedidas, superando los 4 millones menos de personas usuarias cada año respecto a 2011, entre 2016 y 2018. Así, de los 19,5 millones de viajeros del año 2011, entre enero y octubre de 2021 las personas usuarias han descendido hasta los 9,3 millones.
"Un drama que vemos todos los días"
La vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, ha calificado en el pasado pleno del Consell de "drama" que "vemos todos los días" la situación de las Cercanías en la Comunitat Valenciana y espera que el Gobierno pueda hacer la transferencia de las competencias que se le han pedido para que la Generalitat pueda llevar a cabo una movilidad de proximidad integrada.
Además, ha apuntado que "tiene todo el sentido del mundo que la movilidad de proximidad se gestione desde la administración de proximidad, que es la autonomía, y que se pueda hacer una movilidad integrada, con Cercanías, FGV y red de autobús".
Al respecto, ha señalado que la situación es "un drama, lo vemos todos los días con cancelaciones y retrasos", por lo que esperan que se dé finalmente el traspaso para integrar todas las redes y hacer una movilidad "más sostenible y eficaz". "La gente se mueve en estos transportes a millones; las inversiones se las ha llevado el AVE, la gente lo que utiliza a diario es el bus, el metro o Cercanías y ahí es donde debemos invertir", sentencia.