Stop al exceso de burocracia en los centros educativos...y más en pandemia
Es realmente preocupante el incremento de las diferentes tareas burocráticas que se atribuyen a los docentes. La mayoría dedica gran parte de su jornada a realizar trabajos administrativos
En 2019 desde CSIF lanzamos la campaña Stop burocracia a nivel nacional, cuyo objetivo era denunciar la carga burocrática que soporta el colectivo docente y que lo aleja de su principal función, la cual es educar.
A través de dicha campaña, queremos denunciar las excesivas tareas burocráticas que realizan tanto equipos directivos como docentes en todos los centros educativos. Concretamente, en la Comunidad Valenciana, una vez analizados los resultados, pudimos comprobar que la gran mayoría de los docentes consideran “excesivas” las tareas burocráticas, lo que genera malestar y cansancio entre el colectivo.
Actualmente nos encontramos inmersos en el tercer curso en el que se desarrolla la pandemia. Por ello, después de los dos complicados cursos anteriores cuando de repente a mitad del primero llegó el Covid-19 y, tuvimos que confinarnos e iniciar la educación a distancia utilizando recursos tecnológicos propios y sin estar preparados ni formados, sacamos el curso “adelante”, o iniciar el segundo curso pandémico con gran incertidumbre, protocolos de actuación, aulas burbujas, sin los medios higiénicos ni sanitarios necesarios, ni instrucciones claras ni precisas etc.
Ahora, nos encontramos en un tercer curso donde sigue existiendo más si cabe carga burocrática, aumentando el estrés emocional del profesorado, ya sobrecargado de por sí por el contexto pandémico en el que nos encontramos.
Por todo ello, además de las complicaciones derivadas en educación a causa del covid 19 en las aulas y el estrés sufrido por todas las situaciones que el colectivo docente ha superado con esfuerzo, vocación y valentía, otra de las grandes preocupaciones entre el profesorado sigue siendo el exceso de carga burocrática, ya que dicha carga en lugar de minorizarse, debido a las circunstancias que nos encontramos, podemos decir que se ha agravado a causa de “más papeleo innecesario” lo que hace que se quite tiempo y, por tanto, dedicación y calidad educativa al alumnado.
Según la normativa vigente, la educación de calidad es un derecho fundamental y un pilar esencial para la construcción de una sociedad democrática. Por ello desde la normativa referente a educación siempre se señala la importancia de ofrecer una educación de calidad, pero esto se convierte en una tarea imposible si los profesionales educativos se ven obligados a dedicar gran parte de su jornada laboral al “papeleo” en lugar de dedicarlo al día a día en el aula, que es lo que realmente importa.
Es realmente preocupante el incremento de las diferentes tareas burocráticas que se atribuyen a los docentes, puesto que la mayoría dedica gran parte de su jornada a realizar trabajos administrativos que solo los alejan más de su verdadera función que es la educativa, todo ello debería ser resuelto por la Administración otorgando más recursos administrativos a los centros.
Además del exceso de burocracia hay otros añadidos que hacen que el colectivo docente sufra mayor estrés, tales como cambios legislativos constantes que tienen como consecuencia la adaptación de los documentos institucionales, plazos excesivamente cortos para la entrega de documentación pidiendo siempre cosas de “hoy para ayer”, situación que se agrava, todavía más si cabe, en el inicio y final del curso escolar; retraso en la entrega de instrucciones lo que no favorece la correcta organización de los centros, como el calendario escolar que debería estar el 1 de septiembre y se ha publicado a primeros de noviembre o incluso las Instrucciones de inicio de curso las cuales deberían ser publicadas a principios de julio y no a finales; falta de recursos personales, etc.
Cabe destacar también las instrucciones ambiguas en algunos protocolos remitidos a los centros tales como el recientemente enviado relacionado con las medidas covid en el patio, ya que indican que “se pueden mezclar alumnado de edades similares” pero ¿qué son edades similares?,
Por todo ello, desde CSIF pedimos que la Administración dé pautas claras y precisas que no ofrezcan lugar a interpretaciones, que se rebaje la excesiva carga burocrática revisando y simplificando documentación así como eliminando el papeleo innecesario, ayuda administrativa y de servicios en los centros para gestionar dicha carga burocrática, aumento de personal, etc.
De modo que así el colectivo docente pueda volcar toda su fuerza en lo que realmente importa que es nuestro alumnado y su proceso enseñanza aprendizaje. Sin lugar a dudas, no es el momento de sobrecargar ni a los equipos directivos ni a los docentes, debemos ser conscientes de todo el estrés y desgaste emocional por el que han pasado y sigue pasando los profesionales de la docencia. Stop burocracia por la dignificación de la labor docente!
*Docente y delegada de Educación del sindicato CSIF.