Compromís y PSPV llevan su pelea hasta el Tribunal de las Aguas

Cuando no es por una avenida, es por un plan de ordenación o ahora, como es el caso, hasta por el ramal de acequia. La nueva gresca entre los socios de gobierno en el Ayuntamiento de Valencia, Compromís y PSOE, llegó ayer incluso hasta el histórico Tribunal de las Aguas, donde los concejales de Ciclo Integral del Agua, Elisa Valía, (PSOE) y de Agricultura, Alejandro Ramón (Compromís), mostraron sus discrepancias de criterio e incluso tuvieron una conversación un tanto tensa a la vista de todos.

La polémica empieza cuando la concejalía de Ciclo Integral del Agua corta el brazo de Alegret, uno de los que pertenece a la acequia de Mestalla, y que da agua a los huertos de Benimaclet que están ocupados ilegalmente y no pagan el agua. La concejalía que dirige la socialista Valía los justifica en que se abocan irregularmente aguas residuales de edificios a este ramal y no es apto para el riego.

La situación provoca un cruce de declaraciones entre socialistas y Compromís, con intervención hasta del alcalde, Joan Ribó, que aseguró que "Valencia tiene una historia en la que se han utilizado las acequias como vertederos de agua residual", y que esta problemática se intenta arreglar "poco a poco" porque "lo que hay que conseguir es regar con agua limpia".

Sin embargo, lejos de rebajarse la tensión, ayer en el Tribunal de las Aguas volvieron a verse las diferencias. El concejal Alejandro Ramón propuso rehabilitar el brazo de Alegret una opción que choca con la propuesta del Ciclo Integral del Agua que dirige la socialista Elisa Valía, y que pasa por crear un itinerario alternativo para conducir las aguas contaminadas de vertidos fecales al Colector Norte.

La alternativa de Valía tiene el visto bueno de la acequia de Mestalla y de su síndic Ramón Vicent, y ha sido consensuada, por lo que en el propio Tribunal de las Aguas se vieron caras de sorpresa ante la nueva propuesta de Compromís. Al final, lo que subyace es la polémica por los huertos urbanos de Benimaclet ocupados ilegalmente, que no pagan al ciclo del agua, y donde Compromís cree que puede rascar algún voto pese a que para ello deba ir en contra de los planes del Ciclo Integral del Agua que gestionan sus socios y de los propios agricultores profesionales.