La encrucijada diabólica de Ximo Puig
El president sufre el síndrome de todos los dirigentes que llevan tiempo en el cargo: se ha olvidado del partido; no digamos del PSPV-PSOE de Alicante.
La elección a la secretaría provincial de Alicante tiene unas consecuencias de calado en el PSPV-PSOE que ni lo analistas más certeros pueden prever a corto plazo. La irrupción de Alejandro Soler en el tablero del poder valenciano ha hecho que tiemblen cimientos en el partido, y sobre todo, en el Palau. A día de hoy, existe un hervidero de reuniones para saber el futuro próximo de cada uno de los grupos que forman este centenario partido. Los socialistas están en plena batalla, nadie ha perdido la guerra: Ximo Puig se juega su futuro inmediato como president de la Generalitat Valenciana. Todo son incógnitas.
Primer damnificado. Toni Francés. El alcalde de Alcoy y portavoz de la Diputación de Alicante tiene ante sí un reto y una decisión. El reto, seguir en la institución provincial como portavoz haciendo oposición, de aquella manera, a Carlos Mazón (PP). La decisión, marcharse a casa y ser lo que le gusta ser: alcalde de Alcoy. Fue la apuesta de Ximo Puig a la secretaría provincial de Alicante y ha perdido. Atender a las soflamas de integración de Alejandro Soler es perder el tiempo: Soler no hace prisioneros.
Segundo damnificado: Ximo Puig. Se le coloca en segundo lugar porque públicamente no ha apostado por nadie, aunque en privado su candidato era Toni Francés. El president sufre el síndrome de todos los dirigentes que llevan tiempo en el cargo: se ha olvidado del partido, no digamos del PSPV-PSOE de Alicante. Se pueden hacer muchas interpretaciones, incluso que hubiera maniobrado para ‘cargarse’ a el ex senador Ángel Franco. No parece muy creíble. El líder de los socialistas valencianos siempre utiliza al ex senador para que le gane asambleas, por lo tanto le sigue siendo útil, al menos en Alicante capital. Es duro ser uno de los barones socialistas más valorados en España y en tu patio trasero te den la estocada. Se llama, síndrome de la Moncloa.
Tercer damnificado, Carlos González. El alcalde de Elche nunca ha sentido simpatía por Alejandro Soler. Ya saben que el roce hace el cariño o el odio; cuanto más conoces a una personas más la adoras o desprecias, es ley de vida. En este caso, lo segundo. A González sólo le salvó ser alcalde para poder repetir. ¿Esta vez Soler se lo permitirá en 2023? No.
Cuarto damnificado, Ángel Franco. Su ‘derrota’ consiste en perder el control de la Vega Baja. Sin embargo, en Alicante ha arrasado. No parece que el ex senador esté acabado como ya se pregona en círculos interesados. Quizá deberían preocuparse más en Valencia en buscar en la comarca del sur de la provincia a dirigentes para la causa ‘ximista’. Por cierto, ¿a quién ha votado Antonia Moreno, delegada del Consell en Alicante? Por cierto, ¿quién controla el Consell? Moreno es de Orihuela.
Quinto damnificado. El PSPV-PSOE de Alicante. No levanta cabeza. Pero hay una oportunidad, siempre podrán elegir otro independiente como candidato. Los y las militantes que sienten estas siglas no saben cómo hacerlo. Lo mejor, no hacer nada.
Primer beneficiado, tras Alejandro Soler, Rubén Alfaro. La decisión del Alcalde de Elda de apoyar a Soler ha sido definitiva. En su momento no se conformó con ser alcalde de Elda y presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). Tiene ambición, eso es bueno. Se coloca en una posición inmejorable lejos de las garras del ex senador.
Segundo beneficiado, Carlos Mazón. Cuanto peor mejor. Sufre una oposición descafeinada en la institución provincial. La fractura socialista, más que evidente, abre otro frente que seguro aprovechará el aprendiz de ‘zaplanista’. Triunfa sin mover un dedo. Objetivo, el Palau.
Tercer beneficiado, Francisco Sanguino, portavoz del Grupo Municipal de Alicante. Nadie lo quería, por tanto no tenía nada que perder. Ahora ha jugado a dos bandas, la del president y la del nuevo secretario provincial. Si Soler lo necesita para desgastar, lo utilizará. Si por en contrario no es necesario para la causa, será aniquilado políticamente hablando.
Cuartos beneficiados, los “sanchistas”. Parecía una especie en extinción. Ahora se sentirán con el valor moral de reclamar su cuota incluso en aquellos lugares donde han perdido por goleada. Ejemplo, Alicante. Continuará...