El maestro García Asensio ingresa en la RACV

En 2009 Valencia conmemoraba el centenario de su Exposición Regional y sin complejo alguno, homenajeaba también al Maestro Serrano, compositor del Himno, y al turolense Maximiliano Thous, autor de la letra y del famoso “per a ofrenar noves glories a Espanya”. La alcaldesa Rita Barberá inició formalmente la celebración con la presentación del magnífico cartel diseñado por Manolo Valdés. Y en el Vestíbulo de las dependencias municipales de Tabacalera, se exhibió una excelente maqueta de la Expo de 2009, obra de Benjamín Pérez Igualada, resultado de un convenio no lucrativo con la UPV, que tuve el honor de coordinar.

El Club de Encuentro Manuel Broseta y destacadas personalidades e instituciones de la sociedad civil, se sumaron con gusto a unos actos que consolidaban cien años de identidad colectiva. No en vano, la Ley 8/1984 que regula los símbolos de la Comunidad y su utilización, le otorga la categoría de Himno Oficial, “indistintamente con su letra en castellano, valenciano, o sin letra”. El Club programó un ciclo de conferencias dedicadas a la música, que se inició con una Clase Magistral del Maestro Enrique García Asensio, orgullosamente presentado por la socia del Club Mayren Beneyto, en un Salón repleto hasta las trancas, ante lo mejor de la cultura y la empresa valencianas, arropados por políticos de uno y otro espectro. Eran otros tiempos.

Después escribí -por entonces en ABC- “los músicos también hablan”.

Y cantan, puedo añadir hoy, tras escuchar una nueva -¿o tal vez repetida, mi querido Maestro?- Lección Magistral pronunciada, con la pompa académica que procede y exquisitamente escenificada por la Real Academia de Cultura Valenciana, con motivo de su ingreso en la misma como Socio de Honor, a propuesta de la Sección de Musicología que dirige el compositor valenciano Salvador Chuliá. Emocionante por momentos, le dijo el académico anfitrión al responder con su laudatio de bienvenida.

Yo coincido. Emocionante porque hizo sentirme la parte más imperfecta de su imperfecto instrumento musical, suma de humanos y objetos también imperfectos. Pero me llegó, prístina, la emoción del Director, y entendí a sus profesores en comunión, más allá del compás, hasta “aunar en una sola inteligencia las diferentes interpretaciones”. Emocionante por la energía desplegada y repartida, compartida. Emocionante por la cercanía y sencillez de un discurso modulado con pulcritud y con armonía. Emocionante al fin, pero no al cabo. Porque tan riguroso y literalmente experto como emocionante, el Maestro ya había levantado al auditorio en una ovación cálida que durante varios minutos recabó la sonrisa y el sincero agradecimiento como en el mejor de sus habituales y generosos bises.

Y una tan valiente como respetuosa alerta y denuncia sobre el pancatalanismo creciente de las Instituciones, que comparto plenamente.

El Director de Orquesta, su personalidad y sus problemas” ha sido el título elegido por el nuevo académico “ad honorem” de la RACV, en palabras de su Vicedecano, el profesor José Francisco Ballester-Olmos, quién con su conocida facilidad oratoria encintó el elogio de apertura con una decidida defensa del valenciano y de nuestras señas de identidad. Y una tan valiente como respetuosa alerta y denuncia sobre el pancatalanismo creciente de las Instituciones, que comparto plenamente.

He tenido el honor de representar al Consell Valencià de Cultura por amable delegación de su Presidente Santiago Grisolía y generosa concesión de mi compañero José Vicente Navarro, y al hacerlo he recordado el mandato de seis años en el que tuve la satisfacción de poder compartir mesa con él -y también mesa y mantel, en ocasiones- y aprender permanentemente de su seductora capacidad de dirección. (Él, que afirma que el Director de Orquesta es fruto de las circunstancias … y que la música es un fenómeno irrepetible). Él, era entonces el decano de hecho del CVC, reelegido repetidamente -¡qué paradoja, Maestro!- desde su creación.

El acto protocolario que contó con la presencia de autoridades y miembros de la Academia y de su Patronato, se desarrolló en el Salón de Actos de la Escolanía de Nuestra Señora de los Desamparados. Las fanfarrias de entrada y salida, interpretadas en directo en la Sala presidida por el Crucifijo, vivaces, alegres, festivas, se me antojaron un apunte musical y biográfico de ese Gran Mestre Valencià de la Música que es Enrique García Asensio.

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José María Lozano es Catedrático (r) de la UPV y Presidente de la Comisión de las Ciencias del Consell Valencià de Cultura