La baraja “la Fallera Calavera” resucita en comedia teatral
Esto promete. La Fallera Mayor fallecida en “pirotécnicas circunstancias” quiere mutilar la paella y hacer un” arroz con cosas. Regresa del más allá, en 2070, para reclamar justicia.
Esta es la premisa de 'La Fallera Calavera - Versió Teatral', una comedia producida por Floc Teatre que se basa en el universo del popular juego de cartas y se representa del 17 al 27 de febrero en Sala Russafa, dentro del XI Cicle de Companyies Valencianes.
Humor, sátira de referentes populares y folclóricos, estética 'burtoniana' y una sana autoparodia de la idiosincrasia valenciana componen esta divertida comedia para público adulto y adolescente, firmada por el dramaturgo y director de escena Eduard Costa junto al autor del juego, Enric Aguilar.
El punto de partida es que un 'masclet' desviado durante una 'mascletà' impacta en el corazón de la Fallera Mayor de València, que muere "amb el cor en flames" en pleno balcón del Ayuntamiento. Un suceso tremendo que los políticos intentan tapar con un montón de grandes eventos.
"Es muy curioso ver cómo tus personajes se transforman cuando dejan de tener dos dimensiones para tener tres. De ser ilustraciones en unas cartas, pasan a tener carne y hueso, a hablar y moverse. Nunca va a ser igual a como uno lo había imaginado, pero el resultado es fantástico, muy divertido", avanza Aguilar, quien en 2014 convirtió el cortometraje que grabó en la carrera de Comunicación Audiovisual en la semilla de lo que hoy es su modo de vida.
Enric Aguilar conocía bien el mundo folclórico, ya que fue músico en la banda municipal de Dénia y participa en las celebraciones de las Fallas, el Corpus y los Moros y Cristianos. Además, estaba impactado por cómo reaccionaron las instituciones al accidente de Metrovalencia en 2006, que dejó 43 muertos y 47 heridos.
Como buen valenciano, su forma de hacer crítica fue a través de la parodia. Y la plasmó en un juego de cartas que se ha convertido en todo un éxito, conectando con varias generaciones, e incluso en una novela juvenil.
Contra el "arroz con cosas"
Ahora llega al teatro con una nueva trama, situada en 2070, en una Comunitat Valenciana futurista donde ha resucitado a la "alcaldesa perpetua", quien pretende construir un imperio basado en el despilfarro y en grandes eventos. También trata de pervertir elementos culturales como la paella y convertirla en un "arroz con cosas", algo que no puede permitir la Fallera Calavera.
Desde el más allá le acompañan la Reina de Les Festes de Castelló y la Bellea del Foc d'Alacant, un trío de zombis folclóricos que necesitará la ayuda del público y de personajes tan icónicos como dj Ximo, Monleón y sus Monleonetes, La Dama d'Elx, Jaume I o El Capità Moro d'Alcoi en una disparatada revisión de los rasgos identitarios. Los espectadores deciden el final de la historia, escogiendo entre tres opciones que llevarán a resoluciones muy distintas.
Eduard Costa ha creado esta comedia con la supervisión de Aguilar. "Ha sido muy divertido trabajar con el universo y los personajes que había inventado Enric. Pero ha sido un proceso laborioso, con diez meses previos de investigación", explica el director y coautor de la pieza, quien tuvo que empaparse de lo que proponía el juego en sus formatos previos.
Se trata de un espectáculo que puede disfrutar cualquier persona, aunque no conozca el juego o la novela. "Tiene muchas referencias a cómo somos los valencianos, a nuestro pasado reciente --comenta Costa. En las funciones que ya hemos hecho en otras localidades para ir testando el espectáculo, vemos cómo la gente que conoció Canal 9, los personajes valencianos de final del siglo XX y la política de la primera década de los años 2000, se ríe muchísimo. Y en un momento como el actual ver a la gente divertirse es muy gratificante".
A nivel visual, el cruce entre la estética de Tim Burton y la autoparodia valenciana se refleja en el montaje mediante la utilización de máscaras realizadas por Lorena Comín. Los personajes se acercan así a las proporciones y apariencia de las ilustraciones de las cartas, además de aportar cierto toque fallero.
Gracias a estas máscaras, cinco intérpretes (Mila Fernández, Pau Blanco, Jano de Miguel, Myriam Garcés y Amadeo Llach) dan vida a 12 personajes. Llevan un vestuario que supone una "deconstrucción" de las piezas creadas por Paco Monleón.
También es singular la manera de moverse de los actores, influida por el mundo de la animación y de los muertos vivientes. La iluminación, la utillería, la escenografía y la ambientación sonora, con número musical incluido, redondean la puesta en escena.
"Fue una cuestión de confianza. Enric venía de un mundo totalmente diferente al teatro, pero confió plenamente en mí para construir este nuevo espectáculo", agradece Costa, recientemente