El Consell gasta el doble en memoria histórica que en medicinas para Ucrania

Ximo Puig se moja con Ucrania y para ello presentó ayer con todo el boato en el Palau de la Generalitat, bandera de Ucrania incluida en el fondo, un plan de ayuda al pueblo ucraniano tras la invasión por parte de Rusia. Entre los principales anuncios, 300.000 euros para enviar material farmacéutico para Ucrania.

Al respecto, Puig recordó que el Consell tiene un convenio con Farmamundi de 600.000 euros y, por el momento, ya ha ejecutado la mitad del presupuesto con esta ayuda a Ucrania. Además, dispone de un convenio con Cruz Roja de otros 600.000 euros y la mitad también se movilizará cuando la ONG lo estime conveniente.

Otras medidas anunciadas por el presidente son asesoramiento jurídico a las personas que lleguen de Ucrania a la Comunitat Valenciana o que ya se encuentren y necesiten esclarecer su situación legal, una línea especial de '112 Ucrania' o ha informado de que dispone de 2.094 camas hospitalarias por si fueran necesarias para atender a personas heridas por la guerra.

El doble para vestigios del franquismo

Pero justo cuando Puig hacía estos anuncios, desde su propio gobierno, en concreto desde la conselleria de Transparencia que dirige Rosa Pérez Garijo de Unidas Podemos, se lanzaba otro anuncio por valor de 750.000 euros, en este caso destinado a subvenciones de entidades de la llamada memoria histórica.

La consellera Rosa Pérez Garijo se refirió a estas líneas de subvención para la retirada de vestigios del franquismo, calificándolas de “fundamental para democratizar los espacios públicos de nuestro territorio como forma de reparación de las víctimas y para poder continuar avanzando en políticas de calidad democrática”. Como vemos, para la Generalitat importan más las guerras de hace 80 años que las de ahora mismo.