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El gobierno de Ribó admite la condena por antisemitismo y paga las costas

El Ayuntamiento de Valencia rechaza seguir apelando y asume la sentencia que le condena tras aprobar en 2018 una moción contra Israel, acatando modificar algunos de sus puntos

Joan Ribó y Sandra Gómez

Publicado por
E. M.

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El gobierno de Compromís y PSOE que preside Joan Ribó ha declinado seguir apelando y asume su condena por antisemitismo -que ya publicó ESdiarioCV- tras aprobar en 2018 una moción contra el estado de Israel que pedía el boicot contra esta nación y no contratar con empresas y personas israelíes.

Ahora, el Ayuntamiento de Valencia asume la sentencia, paga las costas de mil euros a las que había sido condenado -dinero que sale del bolsillo de los contribuyentes valencianos- y modifica la moción contra Israel aprobada en su día, ya que la sentencia declaraba nulos los puntos sexto y noveno de la moción aprobado por vulnerar la Constitución Española.

En concreto, en 2018 el pleno del Ayuntamiento aprobó con los votos de PSOE, Compromís y Podemos una moción de apoyo al pueblo palestino que en realidad era la adhesión de Valencia a la red discriminatoria de ‘Municipio libre del apartheid israelí’ contra el estado de Israel.

La Asociación Acción y Comunicación sobre Oriente Medio (ACOM) denunció al Ayuntamiento de Valencia por, entre otros motivos, pretender excluir a ciudadanos y empresas de Israel o acusarles de apartheid, por lo que fue condenado según la sentencia por “excluir de la contratación emprendidas, personas y organizaciones de alguna manera vinculadas o radicadas en el Estado de Israel”, algo que el juez considera probado “por las acciones emprendidas por el Ayuntamiento tras el acuerdo”.

El gobierno de Ribó apeló al TSJCV contra esta sentencia con un recurso de apelación pero la jueza desestimo el recurso y ratificó la condena por antisemitismo, así como el pago de las costas por un valor de 1.000 euros. Ahora el Ayuntamiento tira la toalla y asume el error. Un error o ocurrencia que sólo ha servido para gastar dinero público, tiempo en los juzgados y que el Ayuntamiento de Valencia sea acusado de antisemitismo por excluir deliberadamente a ciudadanos de Israel.