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El PSPV rehabilita a un Ábalos que se da un baño de masas en Almussafes

El ex todopoderoso ministro y secretario de Organización reaparece en una macro comida con sus seguidores arropado por la actual dirección de los socialistas valencianos

José Muñoz, Ábalos y Bielsa en Almussafes

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E. M.

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Atrás quedaron los meses en los que José Luis Ábalos, ex ministro de Transportes, ex secretario de Organización del PSOE y una de las personas que tuvo más influencia en la primera etapa de Pedro Sánchez en Moncloa, había caído en el ostracismo tras ser relevado de todos sus cargos salvo del acta de diputado en el Congreso que aún conserva.

Ábalos y el abalismo, que fue una corriente poderosa durante los años del ex ministro en el Gobierno y en Ferraz, se disolvió casi como un azucarillo, dandósele la puntilla en los últimos congresos del PSPV donde los fieles a Ábalos perdieron sus cuotas de poder entre los socialistas valencianos -el golpe más duro, la derrota de Mercedes Caballero frente a Bielsa en la provincia de Valencia tras arrasar éste con el 80% del apoyo de la militancia-. La actividad de Ábalos tras salir del Gobierno y de la dirección del PSOE era casi nula, limitándose a un tuit de vez en cuando, y sus fieles se fueron a los cuarteles de invierno.

Sin embargo, parece ser que Ábalos se ha reconciliado con la cúpula del PSPV de Ximo Puig y ha empezado su rehabilitación entre los socialistas valencianos dejándose ver en actos. Primero, en la interparlamentaria del PSPV donde el propio Ábalos y Mercedes Caballero posaron en una foto con Carlos Fernández Bielsa -alcalde de Mislata y actual líder del PSPV en la provincia de Valencia- en una especie de foto de paz y colaboración entre ellos.

Este domingo, se ha corroborado la rehabilitación de Ábalos en el PSPV con la macro comida celebrada en Almussafes donde el ex ministro se dio un baño de masas de sus fieles, con la novedad de que también estaban Bielsa y el secretario de Organización del PSPV, José Muñoz -uno de los dirigentes de confianza de Puig-, en una muestra de deshielo entre abalitas y ximistas. Que sea real o no esa distensión ya es otra cosa, pero al menos ya hay una muestra por dar esa unidad.

La comida fue organizada por cierto por el alcalde de Almussafes, Toni González, que se considera uno de los pocos abalistas supervivientes y que está desarrollando una intensa agenda orgánica los últimos meses que muchos señalan como para convertirse en cabeza visible de lo que queda del abalismo.

Ábalos intervino durante el acto como un dirigente más pese a que ya no tiene esa condición, sólo es un diputado raso. Pero no hubo reproches ni indirectas en su discurso ni el de Bielsa o José Muñoz. Todo apelaciones a la unidad en torno a un plato de paella. Las lecturas, entre quienes consideran que el abalismo muestra que no está del todo muerto en Valencia y los que quieren ver en ello una muestra de integración a un año de elecciones donde no puede haber peleas internas. Ambas lecturas, por cierto, no son excluyentes entre sí.

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