"Arliene murió en mis brazos": El espeluznante relato en el caso de Marta Calvo

Jorge Ignacio Palma, el presunto asesino en serie que confesó haber descuartizado y repartido en distintos contenedores a Marta Calvo, vuelve a sentarse en el banquillo ante la Audiencia Provincial de Valencia en la cuarta jornada de una causa por la cual se le acusa de 11 delitos de abuso sexual, tres homicidios, ocho en grado de tentativa y un delito contra la salud pública.

El jurado ha escuchado el relato del asesinato de Arliene Ramos, la primera víctima mortal atribuida a Jorge Ignacio en marzo de 2019, a través del testimonio de María Dolores, su compañera de la casa de citas en Gran Vía (Valencia). Por el contrario, la otra compañera citada a declarar en calidad de testigo no se ha presentado.

“Arliene murió en mis brazos”, cuenta su compañera, María Dolores en un estado de nervios pronunciado. “Cenamos y esta persona (Jorge Ignacio) tocó la puerta. Se sentó y me dijo: quiero conocer chicas que les guste la fiesta blanca”. Según María Dolores, ellas entendieron fiesta blanca por el consumo de cocaína, “no por la vagina”.

De este modo, la víctima aceptó a citarse con Jorge Ignacio. Pasó una hora, “lo sé porque fue la peor hora de mi vida”, lamenta la compañera de la fallecida entre resoplos. Jorge Ignacio salió de la habitación, pero Arliene no. Procedió a entrar en la habitación tras no recibir respuesta de Arliene a su llamada. “Yo sabía que algo le pasaba. No era anormal que no respondiera. Sentí algo en el pecho. La habitación tenía la puerta abierta y estaba todo oscuro”, cuenta la testigo entre llantos.

María Dolores ha tenido dificultades para seguir narrando lo sucedido. Se ha derrumbado echándose a llorar hasta tal punto que la jueza le ha pedido que se tome su tiempo para reponerse. “Tenía miedo. Pensé que le habían cortado el cuello porque su cabeza estaba colgando” fuera de la cama, continúa María Dolores. Cuando entró en la habitación, se encontró cocaína sobre la mesa y a Arliene convulsionando. “Tenía espuma y sangre en la boca (…) Mi instinto fue sacarla. La bajamos por el ascensor. En el patio me di cuenta de que ya estaba muerta. Salí yo a la calle, pedí un taxi y me dijo: yo no me meto en esas cosas”. En ese momento apareció la ambulancia que, posiblemente fue llamada por la otra chica que se encontraba en la casa y que huyó por no tener papeles.

Así ha expuesto la testigo la extraña muerte de Arliene, considerada la primera víctima de Jorge Ignacio. Este es tan solo uno de los relatos de una cadena de sucesos atroces. Durante 20 días el jurado escuchará los testimonios de las 11 víctimas.