Una soberbia Mónica Oltra se enroca en no dimitir aunque acabe en el banquillo
Asegura que no ha hablado con Puig, se agarra a “que no hay prueba directa” del delito obviando el resto del auto y considera que su imputación no eclipsa al gobierno valenciano
Nada nuevo bajo el sol. Así podríamos definir la tan esperada rueda de prensa de la vicepresidenta de la Generalitat Valenciana, Mónica Oltra, tras la imputación por el TSJCV por encubrir presuntamente los abusos sexuales de su ex marido a una menor tutelada de su gobierno, una rueda de prensa donde la expectación creada ha obligado a habilitar otra sala para los periodistas, algunos venidos de otras partes de España. Oltra se ha enrocado en los mismos argumentos que ya ha esgrimido los viernes anteriores y si alguien pensaba lo contrario, no piensa dimitir bajo ningún concepto.
La vicepresidenta, que asegura que no ha hablado con Ximo Puig del tema y que sólo le ha dado dos besos cuando se han visto, se agarra al argumento de que “no existe prueba directa” obviando el resto del auto que habla de “indicios plurales de un concierto para encubrir los abusos”. “Significa que es imposible que trece personas están mintiendo para salvarme a mí. Insisto, a muchas ni las conozco, no sé si comparten el proyecto del Botànic, si les caigo bien o mal. Sí que se es que la verdad es la verdad”, repite el mismo argumento que la pasada semana.
A la esperada pregunta de si piensa dimitir, ha dicho textualmente que no, y que no lo hará ni siquiera aunque el proceso judicial avanzara y acabara sentada en el banquillo y siendo juzgada: “Ninguna fase judicial cambia la situación”.
Asegura que su imputación no eclipsa la acción de gobierno
Además, asegura que nadie en el gobierno valenciano le ha pedido la dimisión, que se siente respaldada por todo el Consell, y que no piensa dejar su cargo de portavoz porque considera que su imputación “no eclipsa la acción del gobierno, la gente sabe muy bien lo que hace este gobierno”. Eso lo afirma pese a que hoy ha estado una hora respondiendo preguntas de su casa en lugar de sobre lo aprobado por el pleno del Consell como le han recordado varios periodistas.
La vicepresidenta ha insistido en que la causa “es una cacería de la extrema derecha”, pese a que uno de los magistrados del TSJCV que ha decidido la imputación fue propuesto por Compromís y la Fiscal que pedía su imputación es progresista. Y no contenta con ello se ha presentado como una adalid “de las personas vulnerables” y que ella “le molesta a la gente poderosa y con recursos económicos”, por eso la persiguen.
Oltra saca pecho además por haber sido imputada con anterioridad por el TSJCV por defender el Cabañal y por haber sido expulsada de las Cortes Valencianas -como si fueran las mismas situaciones- “por el autoritario y corrupto PP”. La vicepresidenta asegura sentirse apoyada por la calle pese a las críticas que recibe, considerando nuevamente que su situación no afecta a su partido, Compromís, ni a la Generalitat Valenciana.