Pícnic en medio del asfalto al sol rodeado de coches: la última idea de Ribó
La reforma provisional de Giorgeta y Pérez Galdós, que ha supuesto un gasto de 700.000 euros, causa estupor entre los vecinos: “se ríen de nosotros, nos colocan un botellódromo en la puerta”
La reforma provisional del eje formado por las calles Giorgeta y Pérez Galdós en Valencia está causando muchos comentarios entre los vecinos de la zona como entre los cientos de valencianos que pasan cada día por esta vía tan transitada y no precisamente para bien. A los problemas de tráfico o los parches con pintura roja que han colocado en la avenida, el gobierno de Joan Ribó nos sorprende con una original idea: colocar un pícnic en medio del asfalto y al sol en una zona rodeada de coches.
La reforma provisional, que encima arrasa un gasto ya de 700.000 euros, incluye el polémico pícnic cuyas imágenes que se están haciendo virales en las redes sociales por lo extraño de la instalación. “Tras volver a destrozar el tráfico y la vida a los vecinos de Pérez Galdós y Giorgeta ahora se ríen de ellos con un pícnic que como mucho servirá de botellódromo”, denuncia una conocida cuenta de Valencia.
“Un día a 40 grados ahí comiendo en medio del asfalto con un golpe de calor”, “ideal para ir con tu fiambrera y contemplar el paisaje de coches pitando y echando humo”, “yo también quiero un merendero en medio de la salida a Madrid” o “no se me ocurre un lugar mejor donde ir a comer o a merendar que sobre asfalto, en plena ciudad rodeado de coches y tráfico, y sin árboles que den sombra ¡qué planazo!” ironizan algunas personas, mientras que los vecinos ponen énfasis en que en esa zona de pícnic, sin sombra, ni árboles y en medio de carriles de coches, no servirá para que las personas se sienten a descansar, sino para propiciar las reuniones de botellón por las noches.
El PP denuncia la “chapuza”
La portavoz del PP de Valencia, María José Catalá, ha calificado de “chapuza” la reurbanización de la avenida Pérez Galdós, donde “se han gastado cerca de 800.000 euros en una inversión provisional, lo que se traduce en tirar el dinero, y además es un galimatías de pintura en el suelo y señalización errática” añadiendo “este es un ejemplo más de lo que en el Ayuntamiento llaman urbanismo táctico pero no deja de ser un despilfarro táctico y chapuzas tácticas que sorprenden por la falta de observación de la normativa en materia de seguridad vial”.
“Han hecho una plaza donde no se entiende la pintura amarilla en el suelo y unas mesas de merendero sin una sombra”, añade Catalá, indicando que “se ha hecho una chapuza y despilfarro táctico a base de pintura roja, que se confunde con el usado en otras zonas para carril bici, y bordillos en la zona, que además no son accesibles porque la zona ganada para que el peatón circule no está al mismo nivel de las aceras preexistentes y no se han suprimido los bordillos”.