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La estrategia de Vox que arrebataría al PP la alcaldía de Valencia

Joan Ribó se postula como la mejor baza de Compromís, pero un movimiento relámpago de Vox podría permitirles obtener el poder en la capital.

Foto de familia de los concejales del Ayuntamiento de Valencia.

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La foto de familia de los concejales en el Ayuntamiento de Valencia podría ser distinta en la próxima legislatura, con un candidato de Vox al frente. La fiebre eleva a la formación hasta el punto de ser determinantes en las próximas elecciones. El fin de ciclo augurado en las encuestas, pasa por un pacto de PP y Vox en el que este sacará un as de la manga que arrebataría la alcaldía de Valencia a los populares.

El pacto de gobierno entre unos socios cada vez más distantes y enfrentados desgasta al Botànic. Sin embargo, el tripartito de la izquierda es la única baraja posible para hacer frente a la derecha. Así, PSPV, UP y Compromís tratarán de sumar. Pero a Ximo Puig le costará mantenerse con unos socios cada vez más débiles. Ni siquiera con ellos lograría superar a PP y Vox, según la encuesta Demoscopia y Servicios para ESdiarioCV.

La imputación de Mónica Oltra no solo hunde a Compromís en las encuestas por una posible pérdida de confianza. Los nacionalistas todavía no cuentan con una candidatura para las elecciones autonómicas. El hueco que deja Oltra resulta irremplazable, pues carecen de un perfil fuerte con liderazgo y apoyo popular capaz de recuperar la mitad de los votos y ocho escaños que perdería en las próximas elecciones.

El escenario en el consistorio es similar, con un Compromís en descenso los nacionalistas no atraviesan el mejor momento como para presentar un nuevo candidato. Joan Ribó es una figura estimada en la ciudad. Así, el alcalde concluiría el juego y el suspense con el que trata su renovación o no, para anunciar en las próximas semanas que sí volverá a presentarse a la alcaldía a sus 75 años, siendo uno de los candidatos más longevos de España.

Ante este escenario, el PP, fortalecido con el voto de Ciudadanos, ganará la Generalitat siempre y cuando obtenga el respaldo de Vox, quienes obtendrían el 15,8% de los votos, como apunta la encuesta de ESdiario. El ajustado mapa político obligará a la derecha a pactar. Será Vox quien tenga la sartén por el mango, pues estará en posición de exigir sus condiciones. El PP se vería obligado a aceptarlas o, en su defecto, le regalaría la Generalitat al Botànic de nuevo. El apoyo al presidente del PPCV, Carlos Mazón, no saldría gratis.

En esta partida de ajedrez Vox podría pedir, además de acordar determinadas acciones, el caballo a cambio de la reina. La alcaldía por la presidencia del Consell. Y es que Vox es conocer del riesgo de absorción que implicaría la cogobernanza desde la sombra, por lo que intentará obtener visibilidad y poder en el Ayuntamiento de la capital.

María José Catalá, que ha dejado en segundo plano sus acciones como portavoz en Las Cortes Valencianas para centrar esfuerzos en cuestiones municipales y atender las demandas de los colectivos locales, vería frustradas sus posibilidades. El PP de Mazón se verá obligado a sacrificar a Catalá para gobernar en la Generalitat. Un pacto justo en el que los populares pierden un juego para vencer la partida final y, sin duda, que se convierte en el escenario más probable.