La reforma fiscal de Moreno añade presión a Puig que rescata el ‘dumping fiscal’
El presidente valenciano sigue sin concretar nada de su propuesta, pero rechaza eliminar el impuesto de patrimonio y acusa a las regiones del PP de “mercadeo” por bajar impuestos
Vuelve el dumping fiscal, una de las palabras preferidas del presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig. Pero esta vez no ha sido para criticar a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y su política económica, sino tras ser preguntando por las propuestas fiscales que presentó el presidente de Andalucía, Juanma Moreno, en un momento en el que propio Puig ha anunciado que también quiere hacer una reforma fiscal pero aún sin concretar nada.
Ximo Puig hizo hace tres semanas un giro de guión en su discurso al unirse a las políticas de reforma fiscal que hasta ahora había rechazado o incluso criticado cuando las proponía el PP. Los movimientos de otros presidentes autonómicos como el andaluz Juanma Moreno profundizando en las bajadas de impuestos añaden presión a un Puig que no quiere que el PP se quede con la bandera de la baja de impuestos a meses de someterse a las elecciones, pero que debe conjugar con las voces de sus socios como Compromís y Podemos, o dentro de su partido, reacias a seguir esta línea.
El presidente valenciano se ha desmarcado de la reforma propuesta por Juanma Moreno -con quien por cierto tiene buena relación y le une la reivindicación de la reforma de la financiación autonómica- y ha considerado que "un desarme fiscal no es la vía correcta en un momento de crisis como este", volviendo a hablar de dumping fiscal en la competencia entre regiones por bajar impuestos para atraer inversiones.
Ximo Puig ha pedido “cierta armonización de impuestos deslocalizables” y “una reforma fiscal profunda a nivel nacional”, una de sus reivindicaciones para evitar la competencia entre comunidades. Eso sí, no ha dado datos de cuál será su propuesta pero se intuye que no incluirá medidas como la supresión del impuesto de patrimonio como ha hecho Andalucía, la cual también va a deflactar el IRPF y ahí Puig sí podría seguir esa iniciativa.
"Debemos evitar el mercadeo fiscal. La bajada de impuestos generalizada provocaría un debilitamiento del Estado de Bienestar, algo que no vamos a permitir", ha añadido posteriormente Ximo Puig a los medios de comunicación, intentando desmarcarse de las reformas fiscales de comunidades del PP, tachándolas de “mercadeo” o “demagogia” y escudándose en que eso perjudica al sector público sin valorar los ingresos si llegan inversiones o el adelgazamiento de los gastos superfluos de la administración.
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Puig anuncia una “reforma fiscal” tras criticar meses las rebajas de impuestos