El fracaso reivindicativo de la financiación autonómica

Al tiempo que la legislatura se acaba, y antes de que en primavera vuelvan a florecer las promesas electorales, conviene recordar que el Gobierno Botánico fió su carisma reivindicativo a la reforma de la financiación autonómica. Aún resuenan los ecos de los entonces opositores comunistas, socialistas y nacionalistas cuando reclamaban a Rajoy una financiación autonómica que dejara atrás el “España nos roba” en el que los Oltra, Puig y Baldoví sustentaban las carencias financieras de su mandato.

Tras 4 años en el gobierno (dos por legislatura) de Sánchez Pérez, esas reivindicaciones ya no están ni en el recuerdo; y eso que la recaudación del Estado post pandemia es de las de años de vacas gordas, y que los fondos europeos permitirían la compensación territorial de los que como los valencianos estamos mas castigados en el reparto. Reparto que siempre beneficia a Catalanes (por llorones) y Vascos (por su concierto), y compensa a otros territorios donde la solidaridad nacional se hace necesaria. Pues bueno, la última ocurrencia de nuestro Gobierno Autónomo ha sido pedirle a Sánchez que en el reparto de fondos castigue a aquellos territorios que benefician al ciudadano mediante la reducción de impuestos.

No acabo de percibir tamaña propuesta como algo que tenga que ver con algo distinto de la envidia o la frustración.

Los valencianos deberíamos aspirar a sustentar los servicios públicos de la forma más eficiente, sin derroches, ni demagogias, protegiendo a los más desfavorecidos, eliminando impuestos injustos como el de la “muerte”, rebajando tramos autonómicos en aquellos impuestos donde hay capacidad, y teniendo unos gobernantes que exijan al Gobierno mejorar nuestra financiación por que es nuestro derecho, por lo que contribuimos al Estado y por la infrafinanciación secular a la que nos han sometido al nunca tener en cuenta nuestra población real.

Apresúrense exiíjanselo ahora que están todos en el Gobierno, que desde la oposición es mas ruidoso pero mucho menos efectivo.