¿Por qué las encuestas no coinciden?
Los ignorados motivos por los que las encuestas anticipan a nivel nacional una mayoría asonada de PP y Vox, frente a los justísimos resultados que se dan en la Comunidad Valenciana...
El desfile de las Fuerzas Armadas en esta festividad de la Virgen del Pilar, traspandemia, ha mostrado un año más el cariño que por nuestras fuerzas y cuerpos de seguridad del estado tienen los congregados en el Paseo de la Castellana, mostrando además una magnifica imagen de la Corona, y como ya es costumbre un año más los consabidos pitos y abucheos y las salidas de protocolo del presidente Sánchez, quien cada año nos recrea con una nueva ocurrencia, este año llegó tarde. Nada nuevo, salvo el castigo del Gobierno organizador al tercer brazo del Estado, por la ausencia del Poder Judicial indebidamente ignorado y protocolariamente no representado.
Lo curioso, y que debemos hacernos de mirar, son los ignorados motivos por los que las encuestas que para tan señalada celebración hoy han compartido algunos medios digitales, anticipan a nivel nacional una mayoría asonada de PP y Vox, frente a los justísimos resultados que se dan en la Comunidad Valenciana y en el Ayuntamiento del cap i casal, donde el empate técnico es, o bien el augurio demoscópico, o el resultado de hacer la media con todas las encuestas que están siendo publicadas este puente de las fiestas de la Comunidad y de España
La continua y bien recibida presencia del presidente Puig, defendiendo ahora a nuestros productores citrícolas frente a la invasión sudafricana, curiosamente tras siete años de abandono en los que estos se han enfrentado a la crisis del sector y a una administración que los ha perseguido fitosanitariamente y nunca defendido; o cuando destaca la diversidad de “España” en clave Nacional y en día de desfile militar en plena guerra; o cuando hace sus declaraciones lamentando el “triste día para el Autogobierno” por el avance del proceso de instrucción de las ITV… nos hace pensar que efectivamente el tema está muy apretado.
A estas alturas, Puig, ha presentado ya perfectamente su tarjeta electoral. Comparece como garante de la continuidad, sereno, discreto, cumpliendo años, encanecido.
Los medios de comunicación, incluso los más familiares, agradecen las aportaciones recibidas con un buen trato, no cuestionan su legitima oportunidad, pues ayudan a mantener el empleo en un sector en crisis continua, y esperan pacientes que esto de la publicidad institucional siga.
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