El vicepresidente y una consellera de Puig defienden la dictadura de Cuba

Las dictaduras, según quiénes las dirijan, parece que están bien para determinados miembros del gobierno valenciano que dirige Ximo Puig. Es lo que pasó hace unos días cuando el vicepresidente segundo de la Generalitat Valenciana, Héctor Illueca, y la consellera de Transparencia, Rosa Pérez Garijo, ambos la cuota de Unidos Podemos en el gobierno valenciano, participaron en unas jornadas donde se defendía a la dictadura castrista de Cuba.

En concreto, las jornadas estaban organizadas por la Asociación Valenciana José Martí que tiene por objetivo difundir las bondades de las Cuba castrista en tierras valencianas, la ‘revolución cubana’ así como el pensamiento de Fidel Castro. El encuentro castrista incluía mesas redondas como “el pensamiento de Fidel, de Birán a la actualidad” o “a la vanguardia del socialismo: resistencia creativa en Cuba” y fue clausurado entre puños en alto al grito de “¡viva Fidel y viva Cuba Socialista!” como la propia asociación ha mostrado en sus comunicaciones.

Por este XVI Encuentro Estatal de Solidaridad con Cuba -la castrista, evidentemente- celebrado en Puerto de Sagunto durante el fin de semana se dejaron caer a lanzar su mensaje tanto el vicepresidente Héctor Illueca -futuro candidato de Podemos a la Generalitat- como la consellera Rosa Pérez Garijo -coordinadora asimismo de Esquerra Unida-.

Illueca defendió la Cuba comunista comparándola con Astérix y Obélix, “donde se narran las peripecias de “una pequeña aldea poblada por irreductibles galos que resiste al invasor”, y defendiendo el fin del bloqueo económico, pero no así de la dictadura.

Rosa Pérez Garijo, por su parte, también pidió más cooperación con Cuba y “contribuir al final del bloqueo económico en la isla”, pero ignorando que se viva en una dictadura. Ninguno se refirió a la libertad del pueblo cubano para poder votar en unas elecciones libres o a los miles de exiliados cubanos que el castrismo ha provocado. Ya ven, cuando se trata de comunismo, las dictaduras se obvian o incluso se va a jornadas a defenderlas.