Sánchez no perdona
Sánchez aguantará la jugada hasta que le interese. Cambia la mano, ya no manda Puig en la mesa, Sánchez reparte cartas de nuevo.
¿Pensaban ustedes que nuestro líder Ximo Puig había tomado la iniciativa y cambiaba el paso fiscal de las comunidades díscolas del Psoe con su propuesta de bajada de impuestos? Indudablemente fue una genialidad de Puig y su equipo.
Pero alguien de ese equipo había subestimado a Sánchez, a quien le escribieron su “Manual de resistencia”, pero del que no se duda que lo haya leído.
Así, cuando Puig, saca pecho y se acerca a la posibilidad a su gusto de convocatoria anticipada de elecciones, confiando en encuestas, orgulloso de su gestión, pletórico por el éxito en la incentivada venta de sus políticas, pensando incluso en clave nacional ante el evidente y próximo relevo en la Secretaría General del PSOE, y por supuesto radiante por haber traído la MEGA-GIGA factoría de baterías al magnífico polígono de Parc Sagunt - promovido por los gobiernos anteriores del PP - recibe el recadito del jefe.
El resiliente Sánchez enseña los dientes y le muestra a Puig su poder, amenazando con cortar la corriente del PERTE y poner en riesgo el trabajo del Gobierno de Puig y las esperanzas de nuestra Comunidad.
Sánchez aguantará la jugada hasta que le interese. Cambia la mano, ya no manda Puig en la mesa, Sánchez reparte cartas de nuevo.
Los presupuestos autonómicos y las rebajas fiscales que daban emoción a esta semana ante las disensiones botánicas pasan a un segundo término. Podemitas y Compromisianos aprovecharán la baja guardia de Puig para apretar su negociación.
Nos quedamos sin anticipo electoral. Los colores de las papeletas ya no importan.