Otro giro de Ximo Puig para bajar sucesiones espanta a sus socios: "deslealtad"

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha dado otro giro en política fiscal que no ha sentado muy bien a sus socios de gobierno, Compromís y Podemos. El PSPV presentará una enmienda a los Presupuestos de 2023 para bonificar al 99% el impuesto de sucesiones en la transmisión de todas las empresas familiares y ampliará el margen para que puedan beneficiarse también aquellas empresas que facturan más diez millones de euros, el límite actual.

Los socialistas hacen este anuncio en solitario, sin haberlo acordado con Compromís y Podemos, que han atacado la medida, por lo que el PSPV deberá apoyarse en los votos de la oposición -PP, Cs y Vox- si quiere sacarla adelante, con el consiguiente enfado en el seno del Botànic.

La portavoz del PSPV, Ana Barceló, ha confirmado que "el PSPV presentará su enmienda y luego recabará los apoyos para que salga adelante", además de afirmar que es una opción en la que llevan "muchísimo tiempo trabajando" y que actualmente está en fase de redacción. De momento no ha podido cuantificar su efecto en la recaudación pero ha garantizado que sería "mínimo".

Ximo Puig primero criticó las rebajas tributarias y acusó a la Comunidad de Madrid de dumping fiscal para después anunciar una disminución del IRPF. Posteriormente cerró las puertas a modificar el impuesto de sucesiones y ahora presentará una enmienda contraria a su propio discurso. En definitiva, Puig acaba dando un paso para copiar la propuesta fiscal del Partido Popular, que viene reivindicando estas cuestiones desde hace meses.

Esta medida abre una brecha entre los socios del Botànic. Compromís y Unidas Podemos, que abogan por un impuesto de sucesiones y donaciones progresivo, han censurado la bonificación del PSPV. Los portavoces parlamentarios le acusan de "deslealtad", tanto por el contenido como por las formas. Y es que la bonificación al patrimonio se presentará sin previo pacto como una enmienda en la ley de presupuestos de 2023 o en la de acompañamiento a estas cuentas sin pasar a debate por el Consell.

Compromís y Podemos, en contra y la derecha se abre a aprobarlo

Desde Compromís han echado el freno a esta iniciativa socialista. El portavoz adjunto en Les Cortes, Carles Esteve, considera que el PSPV deberá de dar explicaciones y "después buscar el acuerdo con partidos que puedan apoyarlo". Eso sí, avanzan que no ve necesaria esta bonificación para "regalos fiscales a grandes patrimonios".

En la misma línea, Ferran Martínez de Unidas Podemos defiende que "lo mínimo es pagar por lo que te viene dado de nacimiento". Para Martínez, la bonificación que plantea Puig "no tiene sentido". Además, advierte que esta modificación tributaria "según el reglamento de Les Corts" y, por tanto, habla de una "deslealtad" al pacto del Botànic. De este modo, los roles cambian y los propios socios de Ximo Puig pasan a convertirse en oposición, mientras que el bloque de la derecha se muestra a favor de esta medida.

Entre la oposición, el popular Miguel Barrachina se ha mostrado a favor de cualquier propuesta que rebaje impuestos: "Si el PSPV decide sumarse a la eliminación del impuesto de sucesiones que propuso el PP, naturalmente, aunque sea una fracción, lo apoyaríamos".

Ruth Merino, síndica de Ciudadanos, ha coincidido en que "sobran impuestos" y es necesaria una reforma fiscal amplia "pensada con tiempo y no con parches". Ha instado a Puig a que "sea valiente" e impulse esta bonificación en sucesiones y a que, de lo contrario, apoye una propuesta similar de su grupo.