Bronca por el C1 de Valenciano: el 7 en Bachillerato no es retroactivo
Opositores y funcionarios arden en cólera al no poder homologar sus estudios con el C1 ya que Educación sólo aplicará el criterio a partir del curso 2021. Otros critican que se regala
El anuncio de la convalidación del C1 de Valenciano para aquellas personas que hayan superado la asignatura en Bachillerato con al menos un 7 de nota ha levantado ampollas, tanto por la ausencia de retroactividad que deja sin efecto a los graduados antes de 2021, como por parte del sector más exigente de los nacionalistas.
El tira y afloja entre PSOE y Compromís para imponer el nivel alto de valenciano en las oposiciones para los nuevos funcionarios se resolvió este lunes con una de cal y otra de arena. El Botànic impondrá el requisito lingüístico a partir de 2025. Para compensar la exigencia se facilitará la obtención del título C1 al homologarse a quienes hayan obtenido un 7 en Bachillerato en el caso de los grupos A1 y A2 a los que se les exige.
Muchos comentarios han inundado las redes sociales al hacerse eco de esta medida que ha sido calificada de "injusta y discriminatoria", pues tan sólo se aplicará a aquellos que hayan finalizado sus estudios en el curso 2020-2021 en adelante, dejando fuera a la mayor parte de los opositores.
"Esto es absurdo. Todos los que hemos estudiado y aprobado valenciano en el instituto deberíamos tener reconocido el nivel sin hacer nada más", ha criticado una de las opositoras de esta marea de protestas. De hecho, autonomías con lenguas cooficiales como Galicia ya facilitaban el nivel superior con los estudios de Bachillerato. "O tots o ningú, no només els d'ara. Jo vuic el meu C1 i és injust que fent el mateix se'l doneu a uns i altres no per ser més joves", lamenta otro de los cibernautas discriminados.
Además, la iniciativa de Compromís no contenta ni a sus propios militantes. Una parte del sector nacionalista rechaza la certificación del antiguo mitjà o C1 con eln 7 en Bachillerato y se muestra más exigente considerando que se está devaluando la lengua. "Regalant els títols segons els estudis generals realitzats?", critica un usuario en respuesta a la celebración de la medida por parte del diputado Joan Baldoví. También critican la exención de la rama sanitaria que se queda fuera del requisito lingüístico en las oposiciones.
La imposición lingüística ha salpicado a modo de escándalo en todo el panorama nacional, no sólo por el baremo, sino por el riesgo a que se produzca una escasez de profesionales. Pronto los sindicatos han convocado movilizaciones, mientras los grupos parlamentarios de la oposición censuran esta ley que regula el acceso a la Administración y que salta más allá del plano político causando indignación y molestias entre los bachilleres y funcionarios, quienes reivindican la retroactividad en la reforma de la ley.