La decisión de Vox tras las críticas a su candidato Carlos Flores
Santiago Abascal ya conocía la sentencia de violencia machista de 2002 contra Carlos Flores antes de convertirse en aspirante a la Presidencia de la Generalitat.
El candidato de Vox a la presidencia de la Generalitat, Carlos Flores, aún no acaba de aterrizar en el partido y ya se le está complicando el camino. La condena que arrastra por "violencia psíquica" contra su exmujer hace dos décadas ha levantado críticas en la oposición, pero también podría afectar a la intención de voto.
Desde el PSPV se ha utilizado la sentencia datada en 2002 en su contra para desacreditarle y atacar al PP por mantener a Flores en su cargo como vocal en el Consejo de Transparencia. Desde el PPCV, tratando de evitar ser salpicado, se ha planteado la renovación del órgano prescindiendo del nuevo candidato de Vox. En realidad, Flores ya se había adelantado y anunció su dimisión en el Consejo. En su presentación oficial como candidato a la Generalitat adelantó que ya había comunicado la decisión a sus compañeros, quienes "lamentaron" su salida. Su renuncia no tendría efecto inmediato, como sí en la Junta Electoral, dada la "infradotación de personal" al contar con un miembro menos de lo estipulado.
Por su parte, Feijóo no ha dudado en marcar distancias atacando a sus aliados en potencia. Preguntado por la situación de Flores, el presidente popular calificó de "crimen absurdo basado simplemente en una superioridad por razón de género " y mostró su intolerancia ante este tipo de violencia machista.
No obstante, la dirección nacional apoya a Carlos Flores. El partido ha dado respuesta a las declaraciones de Feijóo a través de las redes sociales alegando que "los crímenes deben ser perseguidos todos por igual".
Ya en su presentación como candidato el diputado Gil Lázaro trasladó las palabras de Abascal. "Para la dirección general es un enorme orgullo que un hombre de las características personales y académicas se haya sumado a nuestro proyecto". En efecto, cuando Abascal habla de características personales, en realidad la dirección nacional ya tenía conocimiento de los antecedentes de Flores. Santiago Abascal también.
Fuentes cercanas a este diario afirman que la formación conocía la condena de Flores antes de nombrarle candidato a la Generalitat. La sentencia no influyó a la hora de tomar decisiones. Consideraron que sus argumentos eran sólidos y se apostó por un perfil arriesgado que podría ser susceptible de críticas como está ocurriendo. Su pasado no ha sido un obstáculo, pues la dirección nacional sostiene que ya ha prescrito y que cumplió su condena hace dos décadas, por lo que mantiene su confianza en el candidato, descartando cualquier posibilidad de destituirlo.