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Apicultores se desnudan y se bañan en miel ante las Cortes Valencianas

Todas las asociaciones agrarias se unen para protestar así por la “insensibilidad y falta de respuestas” del gobierno de Ximo Puig al sector apícola “que agoniza”

Foto: Víctor Gutiérrez

Publicado por
E. M.

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Se cuenta que, en la antigüedad, grandes reyes como Cleopatra se daban baños de miel como tratamiento de belleza. Ante las Cortes Valencianas también ha habido baños de miel, pero no precisamente por algo bello, sino para denunciar el maltrato y “la insensibilidad y falta de respuestas” del gobierno de Ximo Puig al sector de la apicultura.

Todas las asociaciones agrarias como La Unió Llauradora, AVA-ASAJA, Asaja Alicante, UPA-PV, CCPV-COAG, ApiAds y APAC se han unido y concentrado enfrente de las puertas del hemiciclo autonómico con apicultores llegados desde todos los puntos de la Comunitat Valenciana, algunos de los cuales se han desnudado y tirado miel por encima en señal de protesta.

Las organizaciones convocantes cuestionan que mientras el sector agoniza, la Generalitat y especialmente la conselleria de Agricultura que dirige Isaura Navarro regula a sus espaldas. Ponen como ejemplo las ayudas a la biodiversidad incluidas en el PDR que cuentan con un presupuesto escaso y unas medidas inasumibles o las ayudas en compensación por la guerra de Ucrania que no llegan ni siquiera para sufragar un kilogramo de alimento por colmena.

Otras de las reivindicaciones es que la apicultura trashumante queda excluida de las bonificaciones del gasóleo profesional, o que el plan de viabilidad autonómico de la apicultura lleve ya dos años en el cajón o la baja de los precios de la miel como consecuencia de las masivas importaciones procedentes de terceros países.

La radiografía de la situación de la apicultura es muy preocupante: en 2022 se registró una merma del 70% en la cosecha de miel de la Comunitat Valenciana, y de 2010 al 2022 ha bajado en número de colmenas un 18%. Actualmente, el 60% de las colmenas están en riesgo real de desaparecer y el año pasado fue el que más miel se importó de terceros países.