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La Intermunicipal “Rita Barberá”

Con el lema ENTRE TODOS, cuidadosamente escogido, ha discurrido con entusiasmo y, por qué no decirlo, con éxito. Sin resquicio para la improvisación ni excesos de fanatismo.

Carlos Mazón, Isabel Díaz Ayuso y María José Catalá.

Publicado por
José María Lozano

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Día y medio ha durado esta vez la 26 Intermunicipal que el Partido Popular celebra con sus candidaturas autonómicas locales y autonómicas, en los largos prolegómenos de las campañas electorales propiamente dichas que se avecinan. Con el lema ENTRE TODOS, cuidadosamente escogido, ha discurrido con entusiasmo y, porqué no decirlo, con éxito. Sin resquicio para la improvisación ni excesos de fanatismo. Indicadora de concordia y de unidad, y no exenta de innovación. Características que bien pudieran atribuirse al perfil de Alberto Núñez Feijóo como candidato a la presidencia del gobierno.

La actitud distendida de José María Aznar y la habitual de Mariano Rajoy, cada uno en su papel y ambos con el decoro propio de un presidente de gobierno, tanto en el acto más orgánico del sábado como en el de clausura -y efectivo espaldarazo a María José Catalá y a Carlos Mazón- del domingo, con un eufórico auditorio de cuatro mil personas, fue alguno de los episodios relevantes.

Cuca Gamarra, consolidando la firmeza que acredita a diario in crescendo, antecedió a otro de los aciertos que se unen al de la propia elección de Valencia -y la más específica del Museo de las Ciencias- como sede de la Convención. El de las pioneras del PP con Celia Villalobos y Luisa Fernanda Rudi en ocupar alcaldías -Soledad Becerril cuando lo fue de Sevilla no militaba- e, inevitablemente, el recuerdo emocionado (y obligado) a Rita Barberá. Con ellas estuvo Gema Igual, alcaldesa de Santander, a quien tuve el honor (y el placer) de entrevistar brevemente, para descubrir “otro modelo de ciudad, y otro modelo de alcalde”.

Ediles gobernando o en la oposición y otros candidatos que se estrenan -entre ellos buen número de mujeres- elegidos con criterio de oportunidad que contempla localización geográfica, tamaño, modelo de desarrollo, entre otras variables, incluyó también el panel conducido por Martínez Almeida. Allí estaban Luis Barcala -que repetirá por goleada en Alicante, se dijo más tarde- y Begoña Carrasco en quien se confía para recuperar Castellón.

Reclamó Aznar con simpatía acabar el acto con el Himno Regional y con gusto cumplió el auditorio escuchándolo y cantándolo en su caso, para cerrar con el Nacional. Como siempre se ha hecho. Se repitió el domingo por la mañana.

No han faltado Isabel Díaz Ayuso, ni los presidentes de Castilla León y Murcia -Juanma Moreno se sumó el segundo día- ni clásicos populares muy celebrados como Dolors Montserrat o Íñigo de la Serna. Tampoco faltaron caras que se echaban de menos últimamente entre los asiduos, ni nuevas entre profesionales o sociedad civil.

Ya se había dicho: al gobierno se le ha puesto cara de oposición.

María José Catalá encintó un discurso decidido, directo, valiente y bien contextualizado en su doble papel de candidata y síndica. En el cap y casal y en la Comunitat de la que es Secretaria General a nivel orgánico, lo que avala en su pretensión. Carlos Mazón, desde su candidatura alicantina a la Presidencia de la Generalitat, en alocución no menos vibrante, no eludió el nombre de su adversario socialista, ni el rosario de taras que lastran el final de su legislatura, descendiendo al ejemplo, en sanidad, lengua y educación (“sacaremos la ideología de las aulas de nuestros hijos”). Sin evitar la relación estrecha entre los resultados autonómicos y los de las generales, recordó su “Sonríe, ya se van …” que, al parecer, ha enojado al contrincante. Yo sonrío.

Finalizó Núñez Feijóo, claro está, en clave nacional y presidencial, evocando los “ojos dulces de Mazón” (Catalá fue la inductora), trayectoria y mayorías. También su compromiso de ganar, y de cambios (en plural). Y que “no hay alternativa a la política cercana”. Ya se había dicho: al gobierno se le ha puesto cara de oposición.

Desde que Almeida, al comienzo de la convención, declaró heredera de la gran Rita Barberá a Catalá, hasta que ella misma aceptó al día siguiente, y con orgullo el compromiso, el nombre de nuestra querida Alcaldesa puso en pie a los asistentes cada vez que los intervinientes -casi todos- lo citaron. Tendremos su merecido título de Alcaldesa de Honor y nuestro anhelado Puente de las Flores con él. Desde el Observatorio para la Cultura Urbana, que con expresa conformidad de su familia, lleva también su nombre, y se ocupa del estudio y difusión de su rico legado, celebramos la iniciativa.

Esta Intermunicipal, bien podrá recordarse también por la sincera reivindicación de su figura hecha por su partido. Y sellar definitivamente una herida que causó mucho dolor. Así fuera.