Cerrar

La caza, manto negro

Miles de personas salieron ayer por las calles de toda España pidiendo el fin de la caza. Y lo hicieron porque la caza es como un manto negro que cubre de muerte y devastación el monte.

Manifestación contra la caza en Valencia.

Publicado por
Raquel Aguilar

Creado:

Actualizado:

Miles de personas salieron ayer por las calles de toda España pidiendo el fin de la caza.Y lo hicieron porque la caza es como un manto negro que cubre de muerte y devastación el monte a su paso. Sólo en 2020, año que difícilmente olvidaremos, y en que la mayoría de la población vivimos un duro confinamiento, los escopeteros, que camparon a sus anchas, bula institucional en mano, ejecutaron a más de 16 millones de animales, entre los que se encontraban ciervos, zorros y palomas.

Una de las excusas con que tratan de justificar esa constante necesidad de matar, es que hay superpoblación de determinadas especies, y que sólo ellos pueden restablecer el equilibrio. Lo que nunca cuentan, es que muchas de esas especies son específicamente criadas en granjas cinegéticas y soltadas en el monte para poder cazarlas.

Tampoco cuentan que de esos millones de animales soltados (más de dos sólo en 2020, según datos oficiales), los que no terminan con el cuerpo lleno de plomo, rajados por sus cuchillos o destrozados por sus perros (a los que utilizan como armas de matar y a los que desechan como basura cuando ya no les son útiles) sobreviven y se reproducen, contribuyendo a incrementar el número de individuos en el campo, esos de los que hay superpoblación y a los que deben matar para preservar los ecosistemas, en un perverso ciclo infinito.

Cabe añadir que la caza no sólo mata a los otros animales. Todos los años se cobra víctimas humanas, y no sólo de aquellos que hacen de la escopeta un estandarte. Se lleva por delante la vida de senderistas, agricultores, recolectores de setas,...no hay más que echar un vistazo a las noticias de sucesos.

Y es que la violencia de la caza también priva del derecho de disfrutar de la naturaleza a quienes de verdad la respetan y quieren hacer uso de ella, sin dañarla. Afortunadamente esta actividad anacrónica está condenada a extinguirse, pese a falacias y apoyo institucional, como bien muestran los datos y la falta de relevo generacional.

Según el último anuario estadístico del Ministerio para la Transición ecológica, refiriéndose a la caza “La cifra de 2020 es la más baja de los últimos 20 años...se experimentó un ascenso entre 2008 y 2010, pero, desde entonces, el descenso ha sido considerable, pasando del millón de licencias a menos de 700.000. Las licencias de 2020 disminuyen en unas de 65.000 licencias respecto a las del año anterior, lo que supone un 9% de caída”.

A esto hay que sumar que existe un creciente rechazo social a esta práctica primitiva de ejecutar animales. Y aunque quienes nos gobiernan, da igual el color político, no están a la altura de los avances que demanda la sociedad y se siguen plegando a los intereses de quienes hacen de la muerte un modo de diversión, tarde o temprano deberán actuar por el bien general e impedir que nadie pueda salir al monte, escopeta en mano, para matar animales, en un acto tan siniestro y arcaico como éticamente inaceptable.

Lamentablemente, mientras llega ese momento, serán millones los inocentes a los que arrebatarán lo más preciado que tienen: su vida. No obstante, el fin de la caza y exterminio de millones de inocentes, puede acelerarse. Es por ello que te invito a reflexionar sobre estas cuestiones, que lanza la plataformanac.org:

¿Piensas que quienes matan animales por diversión y para exhibir trofeos amputados son deportistas?

¿Crees que los perros de los cazadores son herramientas desechables a su servicio?

¿Opinas que, como ellos afirman, el monte es suyo?

¿Llamarías un accidente a que alguien diga que le pareciste un ciervo y llene tu pecho de plomo?

¿Ves bien que entre 2018 y 2022 las federaciones de caza hayan recibido 5 millones de € del dinero público?

Si tus respuestas son NO, suma tu Voz a las Nuestras.

Por los animales, por los tuyos y por ti: #NOALACAZA