El Consell de Cultura vuelve al lío esta vez por las rondallas y Pais Valencià
La institución consultiva y asesora de la Generalidad Valenciana vuelve a enzarzarse en debates estériles como la denominación de la Comunitat.
El Consell Valencià de Cultura informa desfavorablemente la declaración como BIC inmaterial de las Orquestas y Rondallas de pols i púa, instada e incoada por la Conselleria de Cultura que dirige Compromís, apoyado por amplia mayoría de tal Informe desfavorable del que ha sido ponente Vicent Torrent, antiguo componente de Al Tall, recientemente propuesto como vocal del CVC por esa formación.
Los vocales Marta Alonso, Ascensión Figueres, José María Lozano, José Vicente Navarro e Inmaculada Vidal, que votaron en solitario en contra del Informe desfavorable de Torrent, presentarán voto Particular argumentando su posición basada en el Informe, que consideran riguroso, redactado por los técnicos de la Dirección General de Patrimonio que lidera todavía (ha anunciado recientemente su decisión de abandonar la política) la socialista Carmen Amoraga, y también apoyado por expertos consultados entre los que se cuenta el Maestro Enrique García Asensio, quien ocupó sillón en el CVC durante veinticinco años, desde su formación y hasta la última renovación.
El conseller Lozano argumentó en el pleno en tal sentido, recogiendo como anécdota haber sido muy cercano al grupo de danza tradicional valenciana Alimara, al que acompañó a Moscú (junto a Carmen Alborch entre otras personalidades de la izquierda valenciana) en tiempos de la URSS de Gorbachev.
Otra vez, 'Pais Valencià'
Anteriormente, con motivo del Informe a petición del Ayuntamiento de la Font de la Figuera para la incoación como BIC de la Gran Dansà, que ya es Bien de Relevancia Local (BRL) se produjo un nuevo enfrentamiento entre vocales de distinto signo, con motivo de la inclusión del término 'Pais Valencià' en el texto del Informe, esta vez favorable, redactado también por Torrent y la consellera propuesta por la mismas formación política (Compromís) desde la renovación de 2018, Irene Ballester.
Pese al insistente recordatorio de que la única denominación estatutaria es Comunitat Valenciana, los autores mantuvieron la referencia al inexistente País Valencià argumentando su inclusión en el Preámbulo del Estatut vigente. Aunque a propuesta del conseller Lozano, que aprovechó para reprochar la afición de la izquierda por citar el franquismo (suele recordar que fue detenido en su domicilio por la brigada político social de la dictadura), profusamente recordado en este Informe, el término desapareció del apartado justificativo, aunque se mantuvo con empecinamiento en uno de los epígrafes argumentales, menospreciando la deseable unanimidad.
Lozano, no obstante, votó a favor anunciando voto concurrente justificativo, junto a la mayoría que encarnan los consellers y conselleres propuestos por PSPV, Compromís, Unidas Podemos y Ciudadanos, por la importancia a su criterio del fondo de la cuestión. Nada hubiera impedido lograr la unanimidad con una postura flexible de los ponentes, que prefirieron la inclusión del término no oficial permanentemente exhibido por el catalanismo.
Un Pleno bronco que se inició con un desencuentro a costa de las Actas de Plenos anteriores, que la consellera Dolors Pedrós (también propuesta desde la renovación por la formación nacionalista) y que ejerce la Presidencia en funciones desde el fallecimiento del profesor Grisolía (Ximo Puig ha renunciado a hacer nuevo nombramiento efectivo entre los actuales vocales) manejó con dificultad, aunque con abundante ironía.
Plataforma de apoyo al Botànic
Consultados por ESdiario algunos de los vocales de esta curiosa y permanente “oposición” en el seno del máximo y estatutario órgano consultor y de asesoramiento de la Generalitat valenciana en materia cultural, intuyen que no cambiarán mucho las cosas hasta las próximas elecciones. Tras éllas, dicen, pueden todavía empeorar, sea cual fuere el resultado de las mismas. Recuérdese que el conseller y periodista alicantino Gerardo Muñoz, a quién no hace mucho apadrinó el propio Puig en la presentación de su último libro en el Palau de Forcalló, sede del CVC en la calle Museu, frente al Convento del Carmen, lidera la plataforma alicantina de apoyo a la renovación del gobierno de progreso del Botanic y opuesta a “gobiernos de retroceso como el de Castilla León”, así declaraba en un acto de su presentación en la Universidad de Alicante junto a profesores de la misma.
La también consellera a propuesta de Ciudadanos, la galerista Begoña Martínez, que acumula índices de absentismo en su participación en la Institución consultiva (no ha asistido a los dos últimos Plenos, tampoco al celebrado en El Campello) le acompaña en el emprendimiento propagandístico de su compañero Muñoz en favor del tripartito de gobierno. De hecho en las sesiones plenarias del CVC sus votos se han sumado siempre a los de los vocales propuestos por la mayoría de izquierda. Con ellos han exhibido desde el origen, especial sintonía. Así están las cosas ahora, cuando ya eran conflictivas en época de Grisolía que, a juicio de algunos, mutó su ancestral talante de búsqueda de consensos, dejándose influir por posiciones más agresivas, amparadas por el rodillo de los números.