Ciudadanos, de cargarse la Ley de Señas a intentar aliarse con el valencianismo

Ante la casi certeza de la desaparición de Ciudadanos de las Cortes Valencianas y en el Ayuntamiento de Valencia por no poder superar la barrera electoral del 5% en intención de voto, cualquier jugada y alianza a la desesperada para sobrevivir políticamente parece una buena idea, ¿o quizá no?

Ha trascendido que Mamen Peris firmó un acuerdo electoral con otros tres partidos, entre los que se encuentra la formación de Aúna CV, a fin de aunar fuerzas electorales para la próxima convocatoria del 28 de mayo, siguiendo así la estela de Fernando Giner en el Ayuntamiento de Valencia, quien desde hace varias semanas está anunciando con pactos similares su pretensión de aglutinar “el voto valencianista”.

"Estamos dispuestos a gobernar y queremos hacerlo de la mano de los autónomos y de los valencianistas. Se trata de tres partidos liberales y progresistas, que defienden a España y que también se envuelven con nuestra Senyera", aseguraba Mamen Peris, para quien "la suma de estos tres partidos dentro de Ciudadanos supone una apuesta firme por la defensa de los autónomos, de las clases medias, de los derechos de todos los valencianos y de una financiación justa".

El olvido es parte de la desmemoria, pero en época electoral siempre conviene mirar atrás para ver lo que nuestros políticos han hecho en un pasado no tan lejano y así se lo ha recordado hoy en Twitter el diputado que abandonó la disciplina de Ciudadanos, el abogado Vicente Fernández, quien ha señalado que Ciudadanos en la anterior legislatura votó junto con los Partidos del Botànic la derogación de la Ley de Señas de Identidad de la Comunitat Valenciana, aprobada sólo unos meses atrás por el Partido Popular, alineándose así con las tesis más catalanistas de Compromís.

Cabe recordar que el diputado autonómico de Compromís, Josep Nadal, por aquel entonces colgó en su blog que estaba harto “del blau dels collons de la Senyera”, por lo que estaba claro lo que el nacionalismo catalanista opinaba de la Ley de Señas de Identidad de la Comunitat valenciana.

La Ley de Señas de Identidad aprobada por el PP quería preservar la lengua valenciana, los 'bous al carrer', las bandas de música, el folklore valenciano, la pilota, la colombicultura, las fiestas tradicionales, el arte pirotécnico o las manifestaciones religiosas más arraigadas en la cultura valenciana, entre otras.

Esta ley fue derogada por Les Corts Valencianes en la pasada legislatura con el voto favorable de siete de los trece diputados autonómicos con los que contaba Ciudadanos y la abstención sorpresiva de sus otros seis parlamentarios, junto al silencio cómplice del hoy abanderado del valencianismo Fernando Giner, a la sazón el entonces referente de Ciudadanos en la ciudad de Valencia.

Se da la circunstancia que tal decisión supuso un duro enfrentamiento del grupo de Ciudadanos en Les Cortes con parte de su propia militancia. El propio Vicente Fernández, que no era diputado autonómico pero sí abogado del partido en la Comunitat Valenciana, junto con Luis Arquillos -diputado autonómico en esta Legislatura- y en aquel momento responsable de programas de Ciudadanos, emitieron informes en contra de la derogación de la Ley de Señas de Identidad que incluso remitieron a la Dirección Nacional del Partido, informes que fueron desestimados y rechazados porque desde Ciudadanos sólo se consideraba digno de protección las señas identitarias catalanas -recordemos que la sede del partido se encontraba en Barcelona-, pero que motivaron la rebelión de seis diputados que decidieron en última instancia abstenerse.

La polémica ocasionada entre los militantes de Ciudadanos y sus propios órganos de dirección -Mamen Peris en aquel momento diputada provincial también se mantuvo al margen como Fernando Giner de defender las tesis valencianistas-, llegó al extremo de que desde la dirección se ordenó a los militantes de Ciudadanos que no exhibieran Senyeras ni banderas españolas en las carpas informativas de Ciudadanos en la ciudad de Valencia, con el cabreo generalizado que supuso tal medida y la oposición expresa de Vicente Fernández y Luis Arquillos. Ello supuso que el propio Vicente Fernández tuviera que dimitir como coordinador de la ciudad de Valencia, según las malas lenguas por deseo del propio Fernando Giner con el que nunca conectó en lo personal.

Lo cierto es que los bandazos de Ciudadanos alineándose con la tesis más antivalencianistas se ha sucedido a lo largo del tiempo, especialmente en el seno del Grupo Municipal que lidera Fernando Giner. En este sentido conviene recordar que también Giner y la mayor parte de sus concejales se alinearon con las tesis de Joan Ribó, votando junto con Compromís y Podemos la prohibición de la fiesta valenciana de los bous al carrer. Sólo los concejales Manuel Camarasa y María Jiménez se negaron a votar contra la tradición valenciana.

La desesperada es la clave de la muerte anunciada de Ciudadanos en las instituciones de la Comunitat Valenciana y de prácticamente toda España como vaticinan todas las encuestas electorales. En este sentido, desde antiguos militantes de Ciudadanos se ha señalado que los fichajes de Fernando Giner anunciados a bombo y platillo por su parte para su lista electoral son repetitivos, ya que la atleta Ana Gadea ya estuvo en su cartel electoral la pasada legislatura como desde Twitter le recuerdan alguno de sus antiguos militantes.

Las pifias no llegan solas y como ha publicado ESDiarioCV el lema de Fernando Giner es una copia del usado en el pasado por Compromís en el Ayuntamiento de Valencia ¿es quizá éste un acercamiento a Joan Ribó fruto de sus derivas nacionalistas? Sólo el tiempo lo dirá si finalmente Ciudadanos consigue alcanzar representación en el Ayuntamiento de Valencia.