Debate sin novedad con Catalá solvente, Ribó leyendo y Gómez a la desesperada

Nada nuevo bajo el sol en el debate de TVE de los candidatos a la alcaldía de Valencia, el segundo que realizan tras el de la cadena SER. Como en el guion del primer debate, los candidatos de la izquierda, el alcalde y candidato de Compromís, Joan Ribó, y la vicealcaldesa y candidata del PSOE, Sandra Gómez, se han centrado en atacar a la candidata del PP, María José Catalá, a la que tratan ya como ganadora y el gran rival a batir, sobre todo por la candidata socialista. Tanto era el ataque que hasta Catalá en un momento del debate ha exclamado a la izquierda que “ya me tratan de alcaldesa”.

Asuntos como la gestión de la EMT, la política de viviendas o el turismo han centrado el rifirrafe con la guerra de cifras como por ejemplo de viviendas, que María José Catalá ha cifrado en 14 viviendas construidas en ocho años de gobierno de Compromís y PSOE.

El alcalde, Joan Ribó, ha utilizado todo el rato el castellano -cosas de la campaña, que ahora en Compromís usan el castellano, y sólo el valenciano en un minuto con una traducción- y eso le ha restado fluidez, leyendo muchas partes de su intervención. El alcalde ha saltado ante cuestiones como la cifra de usuarios de la EMT y la calidad del servicio ante las críticas del PP y Vox por asuntos como la caída de viajeros o la estafa de 4 millones.

María José Catalá, el gran rival a batir por Ribó y Gómez e incluso en algún momento por Fernando Giner de Ciudadanos -cosas de los sondeos-, se ha centrado en su propuesta de ciudad, defendiendo unas Valencia con liderazgo frente a los proyectos que se van a Málaga o Madrid, una movilidad de todos o 1.400 viviendas de promoción pública o 8.000 plazas de aparcamiento.

Sandra Gómez ha hecho un debate hablando sólo de María José Catalá, con intervenciones completas incluso donde sólo descalificaba a la candidata del PP. Una imagen que muestra el miedo del PSOE a que Catalá sea alcaldesa -a saber qué dirán sus encuestas internas-. Sandra Gómez ha sacado la Gurtel y hasta el accidente del metro para desprestigiar al PP y se ha remontado a cuando Catalá era alcaldesa de Torrent. Catalá, por su parte, no ha entrado al trapo y no ha contestado a sus descalificaciones evitando caer en su juego.

Juanma Badenas, el candidato de Vox, ha vuelto a mostrar un perfil moderado. El único candidato con corbata ha criticado los atascos y las multas de tráfico y le ha metido un buen zasca a Sandra Gómez que se proclama defensora del Cabanyal recordándole que han aumentado los okupas y el tráfico de drogas.

Fernando Giner, de Ciudadanos, tenía un difícil papel en un momento que los sondeos decretan el fin de Ciudadanos y ha estado perdido, a veces de invitado de piedra, intentando ponerse entre los dos bloques. Ha tenido algún momento bueno Giner pidiendo que los turistas vengan pero no para emborracharse, que hay que desratizar Valencia y diciéndole a Sandra Gómez “no sea ridícula”.