Elecciones y animales

El próximo 28 de mayo tenemos una cita con las urnas. Así que he buscado los programas electorales de las distintas fuerzas políticas con representación en Les Corts para conocer qué dicen en sus programas sobre los otros animales.

La verdad es que me ha costado bastante localizar los programas, pese a que en la web de la Generalitat Valenciana, hay un apartado para el proceso electoral de 2023, con una pestaña que tiene por nombre “Programas”, y se encuentra vacía de contenido. Toda una metáfora a lo que terminan siendo estas grandes cajas de humo que vender en los 15 días que dura la campaña.

La mayoría son “programas marco” (curioso que partidos que cuentan con asignación presupuestaria de la administración autonómica valenciana no sean capaces de elaborar programas autonómicos específicos para el territorio del que reciben financiación).

En cualquier caso, retomando la búsqueda en estos documentos de información relativa a los animales, no sé si me resultan más desoladores la ausencia, las mentiras o determinadas propuestas.

Si ordenamos los partidos por número de votos en los últimos comicios autonómicos, encontramos en primer lugar al PSPV, que en su programa, cuando se refiere a los animales, lo hace únicamente para defender a quienes hacen negocio de su muerte: la caza o los ganaderos y operadores implicados en el ¿bienestar animal?

Poco más se puede esperar de un partido que, con uñas y dientes, ha defendido la exclusión de los perros utilizados para cazar de la reciente, y dicho sea de paso, vergonzosa ley de supuesta “protección animal” estatal, dejando totalmente desamparados a los perros más maltratados y excluyendo a la mayoría de especies de ser protegidas.

Por su parte, el PP propone trabajar en la protección animal, eso sí, dejando claro que sin aceptar algunos de los aspectos incluidos en la anteriormente citada ley. Parece que incluso esta norma, que está a años luz de defender de verdad a los animales, supone un derroche de empatía para los populares. En su texto especifican que van a prestar atención a los animales abandonados, buscando el “abandono cero” (porque el “sacrificio cero” parece que les queda todavía muy lejos).

Ciudadanos y Unides Podem-EUPV, que ocupan el tercer y sexto puesto en lo que a número de votos se refiere, no hacen alusión alguna a los otros animales, un reflejo de lo que ha supuesto su preocupación por ellos en Les Corts durante esta legislatura: nada.

Compromís, en el cuarto lugar en cuanto a votos, contiene en su programa siete “declaraciones de intenciones” referidas a los animales. Alguna de ellas de difícil interpretación, como la que promete facilitar “la reconversión de perreras en protectoras y la creación de nuevas sociedades protectoras”. Una perrera es una empresa que se lucra del abandono y sacrificio de animales, mientras lo que se conoce como “protectoras” son ONG’s que trabajan por los derechos de los animales, ¿reconvertir una empresa en una entidad sin ánimo de lucro? Y ¿crear una administración ONG’s?

A esto hay que sumar, la promesa más sangrante, bajo mi punto de vista del programa: “Eliminaremos la financiación pública a los espectáculos taurinos y otros que impliquen maltrato animal”. No es que, directamente, ni se planteen la posibilidad de trabajar por la abolición de los mismos, si no que, por poner sólo un ejemplo, de la Conselleria de Educación, cultura y deporte, dependiente de Compromís durante las dos últimas legislaturas, siguen saliendo miles de euros públicos todos los años para subvencionar el tiro y arrastre.

Para finalizar, tiene representación también en Les Corts Vox, con la única alusión a los animales en su programa referida a perpetuar su sufrimiento con la protección de la caza y la tortura taurina. Nada nuevo.

Lamentablemente, los partidos que actualmente nos gobiernan no están a la altura de los avances sociales respecto a los animales. Algunos de ellos, incluso hacen bandera del maltrato sin tapujos, tratando de perpetuar una sociedad en blanco y negro en que la violencia hacia los animales es motivo de orgullo. Todos, hasta el momento, se han plegado a los intereses de quienes los maltratan, con mayor o menor “nocturnidad”, pero permitiendo su actividad y financiándola con nuestro impuestos.

Así que, cambiar la terrible realidad de los animales, tal vez pase por cambiar de opciones políticas.