¡Venga... a la cola del paro!
El Gobierno enfrentado en sus entrañas no podía subsistir hasta diciembre. Disuelve y convoca para intentar recomponer a "la izquierda" en vacaciones con sospecha de pucherazo.
Llevo un montón de noches soñando con el amor de mi vida. No puedo escribir sobre esos sueños porque me echarían de Esdiario y además no podría participar en el I Concurso de Relatos Eróticos que ha convocado la Asociación Española de Encuentros Literarios, que me honro en presidir aunque ya ando buscando recambio, como Pablo Iglesias; como el de Ciudadanos – que ya ni me acuerdo del nombre-, ese chico que se ha hecho novio de una cantante; como tantos políticos que van a hacer mutis por el foro después de la ruina que les ha caído encima el domingo pasado. Yo, afirmándome en mi condición de anarquista, me dedico a soñar con el amor de mi vida, con su cuerpo perfecto, su boca de película salvaje, sus ojos achinados cuando intenta enfocar, su piel a la que hasta la seda tiene envidia, su belleza racial… Y no sigo para que el editor no me censure por si hay niños leyendo. Pero ella suspira, y se ríe, y se arquea y me dice que me esté quieto, pero sigue esperando el siguiente mimo – no coincide para nada con la Montero, que hoy anda de luto- y colaborando activa, participativa a tope.
Corto el festival pecaminoso y entro en la cruda realidad. ¿Ha dimitido ya Tezanos? ¿Se ha presentado ya en la oficina del paro o en el mostrador de clases pasivas? Esta noche – despertando de manera abrupta porque al amor de mi vida se le caía la toalla al salir de la ducha- cuando he conseguido conciliar el sueño ha aparecido Tezanos. Una pesadilla.
¿Cómo es la cocina de Tezanos? ¿De carbón, de butano, de leña, de petróleo como aquella que tenía mi madre cuando yo era pequeño? Cualquier funcionario con esa eficacia, con esa vista, con esa capacidad prospectiva… estaría, tiempo ha, suspendido de empleo y sueldo. Daba al Partido Socialista una ventaja total de ochocientos mil votos y son los mismos que ha sacado de ventaja el Partido Popular. Eso es vista y lo demás tontería. No puedo evitar que vuelva a mi memoria otro patinazo sonado de aquel sociólogo – perdóneme si la memoria es traicionada por el alemán calvo, Alzheimer- que, llamándose Malo de Molina, después del fiasco rebautizaron como Malo de Cojones. Pues a Tezanos igual. Demosmiópico, en lugar de demoscópico.
El revolcón ha sido como para figurar en los anales de los desastres políticos españoles. Ciudadanos ha desaparecido. Podemos se ha ido directamente a la mierda y los socialistas se han pegado un barrigazo, como para terminar conducidos a la UCI por la ambulancia más próxima al desastre. Sitios que parecían intocables, como la preciosa Extremadura, han caído y su presidente, Fernández Vara, vuelve a hacer autopsias, si es que se acuerda después de tantos años. Este hombre, por lo menos, tiene puesto al que volver porque conozco a más de un fenómeno intelectual y profesional, que no sé si tendrá opción a la cola del INEM.
¿Qué esperaban? Una diarrea legislativa intragable. No se puede gobernar a golpe de campana publicitaria, llamando “Código de la manada”, al magnifico Código Penal de Belloch o de la Democracia, redactado por juristas de prestigio y sustituirlo por una patochada que duró una semana. No se puede hablar de cambio de sexo de menores contra la voluntad de los padres, que son los que mantienen y sufren al menor imberbe y caprichoso, que desconoce el alcance de su decisión imprudente – porque ningún niño sabe exactamente lo que quiere hasta que madura, cosa que algunos no consiguen/conseguimos jamás.
No se puede legislar “Ad Hoc”. Las normas tienen que ser lo más generales e impersonales que se pueda. No se puede subir las pensiones conforme a la inflación - los abuelos somos viejos, pero no imbéciles-, ponernos a todos contentos con la subida y meter el puyazo en la declaración de la renta, haciéndonos pagar la subida y algo más - cuando quieran enseño mi renta del año pasado y la de éste y lo comprueban-. ¿Qué esperaban con esa diarrea legislativa inaplicable? Como demostración palpable ahí tienen, con la decisión de disolver el Congreso y adelantar las elecciones, leo en un medio documentado que van a quedar sin tramitar y sin aprobar, evidentemente, sesenta leyes que ya habían sido voceadas y publicitadas como “la carabina de Ambrosio”, por no decir “la polla en verso” – que dicen en mi Granada- y que me echen definitivamente de Es diario. La Ley de familias – con permisos y dinero a gogó. Yo tuve gemelos, fui a verlos al hospital recién nacidos y tuve que volver al trabajo por necesidades del servicio el mismo día del alumbramiento-; el Olvido Oncológico – un cáncer no se olvida en la vida, hablo con conocimiento, no de memoria; la Salud Mental - a los locos no los quieren en ningún lado y cuando quieran les cuento veinte o treinta casos de mi época de director del psiquiátrico de Fontcalent, el peor destino de mi vida y no por los enfermos. En fin, sesenta leyes, publicitadas y jaleadas, que pasan a dormir el sueño de los justos sin haber nacido. Es lo que tiene la diarrea legislativa.
Sánchez será lo que sea. Todo lo que dicen sus detractores, pero… de tonto no tiene ni un pelo. Con el revolcón sufrido a manos del PP, este Gobierno enfrentado en sus propias entrañas no podía subsistir hasta diciembre porque habría ido directamente al suicidio. Sánchez ha intentado salvar los muebles - ya verán ahora cómo empiezan a tirársele al pescuezo los propios- y por eso disuelve y convoca. Para intentar recomponer, intentar que Iglesias los ponga encima de la mesa otra vez y consiga unir a los que se llaman “de izquierdas” y han escenificado en cuatro años “La rebelión en la granja” de Orwell.
Sánchez, en beneficio propio, al menos sobre el papel y, si alguien piensa lo contrario que lo razone y cambiaré de opinión, se ha pasado convocando elecciones en el puente de Santiago, el 23 de julio. Con más de medio país de vacaciones y con las sospechas de pucherazos con los votos del correo - Correos funciona peor que mal, las colas dan la vuelta a la manzana y no hay un sitio especifico para el voto, con lo cual el votante se desespera y se larga-, Sánchez podría haber convocado a primeros de septiembre, pero… ya empiezan los malpensados a analizar este acelerón sorpresivo. Piensa mal y acertarás -mucho más en la maquiavélica política-.
En la campaña -enlazamos una con otra y esto no acaba nunca- se va a hacer hincapié en el peligro de la ultraderecha que marque las agendas porque los populares necesitarán a las huestes de Abascal, al modo de Castilla y León. La campaña va a tener lugar mientras se pactan los gobiernos autonómicos y municipales, en los que los pactos del PP y Vox van a ser múltiples.
Convocando ya, Sánchez apaga de raíz el incendio que se prevé entre los socialistas - ¡Cómo se te ocurre apoyarte en Bildu! ¡Deja ya de subvencionar y regar de millones a los independentistas catalanes! ¡Cómo permites etarras en las listas! -. Ese incendio no tendrá lugar, por ahora, porque todos están pendientes de las listas y de conseguir un puesto de salida, siempre que esa salida no la garantice Tezanos.
Ahora nos tenemos que mantener expectantes. A ver qué se le ocurre a Sánchez para conseguir que los que en teoría son votantes socialistas no inicien la desbandada que sigue a la depresión por el batacazo y vuelvan al redil de la izquierda que se llama moderada. Por ahora me conformo con que Tezanos vaya al paro, con que cierren su cocina de urdir fantasías electorales y con que algún inútil mas que conozco, sepa lo que es una cola del INEM.