Guerra en Compromís por Sumar: piden no ir con Díaz y seguir el modelo del BNG
Mientras la cúpula de la coalición se entrega a la vicepresidenta, crecen los dirigentes que consideran que ir con Sumar no aporta y recuerdan la mala experiencia que tuvieron con Podemos
La convocatoria por sorpresa de las elecciones generales del 23 de julio ha provocado que los nervios que ya existían en la izquierda por las posibles coaliciones se disparen ya que se debe llegar -o no- a un acuerdo y los plazos son muy ajustados. En este sentido, en la Comunitat Valenciana todas las miradas están puestas en el Sumar de Yolanda Díaz y en la decisión que adoptará Compromís.
Se da por hecho que Compromís irá en coalición con Sumar -no sabemos si con el nombre de ambos en la papeleta o no- vista la excelente relación que Yolanda Díaz mantiene con figuras como Ribó o Baldoví, pero que la cúpula de Compromís se entregue a sumar no implica que cargos intermedios del partido estén de acuerdo.
En Compromís, partido habituado al movimiento interno y donde la gente suele expresar bastante sus diferencias en público, y ha comenzado el bombardeo de opiniones contrarias a la coalición con Sumar, defendiendo ir en solitario siguiendo el modelo de partidos como el BNG gallego -que no se integró nunca en coaliciones con Podemos o las llamadas mareas, logrando mejorar luego resultados- o incluso de Bildu, que tiene suficiente fuerza como para ir en solitario.
La diputada Mònica Àlvaro, de las más críticas con el acuerdo con Sumar, recuerda que el experimento de ir junto a Podemos en coalición “no fue una buena experiencia” pese a que Compromís logró su mejor resultado en unas generales. El también siempre crítico Josep Nadal considera que “no tiene sentido ir de la mano de aquellos partidos que no solucionan los problemas de los valencianos como la financiación”.
La militancia más nacionalista de Compromís ya ha comenzado a movilizarse para vender que ir con Sumar y la “izquierda española” en realidad resta a la marca de Compromís y piden someter la decisión al debate y voto de militancia, decisión que parece que la cúpula ya casi tiene tomada y cerrada.