Y la mujer que consigue todo lo que se propone llegó a alcaldesa de Valencia

“Todo lo que se propone, lo consigue. Llegará a alcaldesa de Valencia”, así definía un alto ex dirigente del PP a la que, cuatro años después de pronunciarse esta frase, llegaría efectivamente a alcaldesa de Valencia: María José Catalá. La mujer que ha demostrado que se puede tener varias responsabilidades y llegar a la meta con trabajo y tesón paso a paso. Y hasta con una niña y otro niño en camino.

La primera vez que vi a María José Catalá fue hace 16 años, que se dice pronto, en el Auditorio de Torrent donde una chica que no llegaba a los 30 años era la apuesta del PP para romper con la hegemonía de un PSOE que entonces se consideraba imbatible en los pueblos de l’Horta. Nadie presagiaba lo que vendría después, no ya la alcaldía de Valencia, sino directamente la alcaldía de Torrent, una de las joyas del poder municipal socialista, y por mayoría absoluta.

Pero María José Catalá, como Julio César, veni vidi vici: vino, vio y ganó en unos meses lo que para algunos era una aventura a largo plazo. Y de ahí, al estrellato municipal del PP. Entonces, como 16 años después en Valencia, la clave del éxito fue la misma: un PP en la cresta de ola y mucho trabajo de calle, de proximidad, con un equipo de confianza.

Catalá protagoniza la portada de Las Provincias tras ganar en Torrent. Ahí saltó al estrellato del PP.

Algunos pueden ganar porque el PP esté en un buen momento, pero María José Catalá, por si había dudas de que su triunfo era algo más que un efecto de la ola del PP, volvió a ganar en 2011 y por más ventaja, y sobre todo, tuvo una cosa clara: no se le subió a la cabeza. Algunos alcaldes de ese cambio de 2007 y 2011 cayeron luego víctimas de sí mismos… Pero Catalá siguió su camino y de referente municipal del PP a la Conselleria de Educación y situarse incluso en la línea de la sucesión del PPCV.

Ahí quizá es donde más se bregó su resistencia. En la campaña electoral, algunos de sus rivales criticaban su gestión en la Conselleria, pero como recordaba Catalá: Si sobrevivió tres años en la Conselleria de Educación en los peores años de la crisis, está preparada para todo. Porque pocos políticos tuvieron que vivir una situación tan dura. Gestionar con dinero -como ha vivido el Botànic estos últimos años- lo sabe hacer cualquiera. Pero gestionar cuando tienes que tomar decisiones difíciles en una materia tan sensible que afecta a tanta gente como la educación es cosa de unos pocos. Y eso es un plus que María José Catalá ya lleva consigo para la alcaldía de Valencia.

El reto de la candidatura en 2019... y la alcaldía en 2023

Del Consell, a la travesía por el desierto del PPCV. Al frío invierno de la oposición. Pero María José Catalá siguió ahí, en el grupo en Les Corts, pico y pala, hasta que su nombre sale en la vorágine del debate que vivió el PP de Valencia sobre la candidatura tras la destroza que vino después del 2015, con el shock del fallecimiento de Rita Barberá incluido.

El nombre de Catalá era como el Guadiana, aparecía y desaparecía de las quinielas -todas ellas en una lucha de filtraciones e intereses- hasta que en enero de 2019 desde Génova se señala definitivamente: candidata a la alcaldía de Valencia. La tarea entonces era titánica: recoger un partido en gestora, con un grupo de concejales señalados -luego las causas serían archivadas-, con el machaque constante de la izquierda, con el recelo en los sectores más clásicos y de gente mayor de ser de Torrent o de si estaría a la altura del cartel que tantos años llevó la foto de Rita Barberá. No era un reto fácil para cualquiera, ni un campo de rosas, pues muchas llevaban espinas.

Pero Catalá asumió el reto y se quedó a un puñado de votos incluso de doblegar a la izquierda -un concejal de diferencia- cuando todas las encuestas pronosticaban una hecatombe -incluso que Cs o PSOE superarían al PP- y con una izquierda que estaba electoralmente movilizada. “Le faltó un poco de tiempo y equipo, le llegan a nombrar unos meses antes para organizarse mejor y gana”, era la sensación en la noche electoral de mayo de 2019.

Así que con cuatro años por delante de trabajo y un equipo en el Ayuntamiento, María José Catalá ha demostrado que era posible. Paso a paso. Calle a calle. Mercado a mercado. Con debates sensatos. Echándole muchísimas horas. Siempre rodeada de su gente -porque un líder no es nadie sin equipo- y ampliando miras. La mujer que todo lo que se propone, lo consigue, lo ha conseguido: ser alcaldesa de Valencia.