El futuro de À Punt: más pluralidad de voces y respetar el castellano

¿Qué pasará con À Punt, la televisión autonómica valenciana, con el nuevo gobierno de Carlos Mazón entre PP y Vox? Es una de las incógnitas que deberá afrontar la Generalitat Valenciana y que en la casa empieza a generar nerviosismo, especialmente entere aquellos periodistas acérrimos y puestos por el Botànic estos años.

Queda descartado, por cierto, el cierre de la cadena, una de las consignas de Vox en la oposición estos últimos cuatro años que se quejaba de que no le daban espacio en À Punt o que se referían a ellos con términos como “la ultraderecha”. À Punt se queda, eso está claro, la cuestión es cómo.

Entre los previsibles cambios, que sea una televisión también cercana a los castellanohablantes y a las comarcas donde el castellano es lengua mayoritaria como Requena-Utiel, la Vega Baja o el Alto Palancia. Para ello, se respetará el topónimo de los municipios castellanohablantes -ya no oíremos Sogorb sino Segorbe, una de las principales críticas de los alcaldes- y se intentará utilizar el castellano en normalidad con el valenciano.

Por ahora, y como si À Punt se pusiera la venda antes de la herida, a las redes sociales se les ha dejado de escapar el término 'país valencià' en sus publicaciones, una de las críticas habituales que recibía la radiotelevisión pública valenciana. À Punt tampoco va a emitir la última campaña en defensa del catalán que quería la Generalitat de Cataluña, otra de las polémicas de la cadena, las campañas catalanistas, con el pretexto de las elecciones generales que le ha venido perfecto.

Otro de los aspectos es dar mayor cabida a voces y opiniones. Hasta ahora, muchos periodistas de muchos medios de comunicación no han pisado À Punt y la cadena tiraba mano de un grupo selecto de periodistas cercanos al ximismo. Los colaboradores eran siempre los mismos, con una preeminencia evidente de defensores del Botànic. La nueva À Punt dejará atrás esos vetos.

Sobre la dirección de la televisión pública es una incógnita el papel del actual director general, Alfred Costa, que en principio ha sido propuesto por el Botànic para dirigir la radio televisión autonómica tres años más. El PP debería asumir por tanto con un director que ha sido concejal del PSOE, si bien Alfred Costa tiene bastante cintura para llegar a un buena relación. Además, un modelo abierto a diferentes sectores de la sociedad valenciana es bien visto así como su plan -que no ha podido llevar a cabo por la negativa de sectores nacionalistas- para ganar audiencia que en la actualidad es muy baja en comparación con otras televisiones autonómicas.

Otros cargos de importancia, como la dirección de Informativos que recaía en Raquel Ejerique -periodista con un marcado perfil y que vetó desde el arranque de la cadena la participación a destacados informadores valencianos- se han quedado vacantes tras la marcha de esta última de la televisión. La dirección de los informativos es clave para abrir una nueva etapa tras unos años mostrando el discurso oficial del PSPV y Compromís.