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"Fue una mala decisión": se disculpa por atentar con bombas una casa de acogida

Alejandro relata a ESdiario cómo las influencias y la falta de recursos llevaron a un menor de edad a cometer el atentado en grado de tentativa en una casa de acogida en Valencia

Alejandro Domingo, el joven que intentó atentar contra el chalet de España 200 con cócteles molotov.

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Con cócteles molotov, Alejandro Domingo se disponía a atacar el chalet del líder de España 2000 en Valencia. La Policía le detuvo evitando el atentado. Habiendo cumplido condena prestando servicios sociales a la comunidad, doce años después, Alejandro relata arrepentido a ESdiario los motivos fruto de la "manipulación" que llevaron a aquel joven de 17 años en situación de vulnerabilidad a cometer el atentado en grado de tentativa: "era mi forma de explotar, de exteriorizar mi frustración y odio. Cuando uno no tiene otros recursos recurre a los símbolos".

Alejandro intentó asaltar el Hogar Social Patriota Maria Luisa Navarro, un centro de acogida para personas españolas sin techo emplazado en un chalet en el centro de Valencia y propiedad de España 2000. Siendo menor de edad, Alejandro cuenta que recibió influencias. "Lo importante del hecho eran las personas que había dentro, no la propiedad", explica. El reformado Alejandro de ahora reconoce que era "muy difícil tener opinión y personalidad propias debido al exceso de información y al final acabas haciendo lo que los demás no tienen valor a llevar a cabo para intentar satisfacerles".

Al final acabas haciendo lo que los demás no tienen valor a llevar a cabo para intentar satisfacerles

También influyeron otro tipo de experiencias. Alejandro cuenta que había sufrido "varios ataques por parte de neonazis tanto a nivel individual como de forma organizada". Pone la señalada fecha de la celebración del 9 d' Octubre como ejemplo. "Yo no soy independentista, más bien al contrario, pero unos amigos me pidieron ayuda para montar un equipo de sonido en la Porta del Mar. Parece que un grupo de 30 encapuchados de negro con armas de filo y contundentes se coló por el control policial (que contaba hasta con helicóptero) y nos emboscaron persiguiendo a varios y rompiendo la furgoneta que transportaba el equipo". "Mi tentativa, al final, es un reflejo de la pasividad de las autoridades y la inoperancia de la Justicia", añade.

En aquel momento, atentar con cócteles molotov en la propiedad del líder de España 2000 se le planteaba como un acto casi heroico. "Mucha gente, incluido mi padre, se vanaglorió del hecho". A día de hoy, con 30 años, Alejandro se ha presentado en la sede de España 2000 arrepentido de esta "decisión equivocada".